martes, 11 de diciembre de 2012


NUEVO PRESIDENTE, NUEVA ESPERANZA PARA EL CAMPO
Jorge Vázquez Gómez
Felicito al maestro Jaime Llaven M. por su designación como director de la Facultad de Ciencias Agronómicas, seguro que tendrá grandes logros durante su gestión.
 

LA DOCENA TRÁGICA PARA EL CAMPO

Si bien la agricultura ya venía en declive particularmente en el periodo del Dr. Ernesto Zedillo tal como precisa el Dr. Manuel R. Villa Issa en su libro “Que hacemos con el campo mexicano” de reciente publicación, tal abandono al agro se acentuó (y esperamos que haya tocado fondo) durante la docena trágica de Vicente Fox y Felipe Calderón, 12 años de desaciertos que han hundido al sector agropecuario a niveles preocupantes. Esto se ilustra con el maíz, de importar 3 millones de toneladas anuales en 1999, hoy son 12 millones y se presagia llegar a los 15 millones hacia 2015 si no se corrigen los errores, mentiras y malas políticas aplicadas. Y de importar hacia la década de los 90´s el 34% de los alimentos que consumimos hoy ronda el 45%.

Por si esto no bastara, la docena trágica pasará a la historia de la noche negra de la agricultura nacional por la autorización en la siembra de maíz transgénico donde nombres como Francisco Mayorga ex de SAGARPA y Juan Elvira, ex de SEMARNAT entre otros, deberán gravarse en todas las piedras del campo y en la mente de las futuras generaciones de productores, para que nunca se olvide quienes fueron los principales causantes de exponer al maíz criollo a su extinción y dejar en mano de las transnacionales todo el control de la producción futura de este alimento base de la dieta de los mexicanos y condenar a los cultivadores a comprar de por vida la semilla para producir su alimento, ya que su cosecha será infértil y transgénica.

LA ESPERANZA

Ante la llegada del presidente E. Peña Nieto, se renuevan las esperanzas de que se tomen mejores decisiones, se corrijan los desaciertos y se eliminen la incapacidad de los funcionarios pasados, particularmente del campo, una de  los sectores mas dañados.

La designación del Lic. Enrique Martínez M., un economista frente a SAGARPA siembra dudas, pero el haber impartido cátedra en una escuela agrícola da la esperanza que designe colaboradores conocedores del campo que den soluciones eficaces. Aquí esperamos lleguen los mejores agrónomos del país que los hay y muy buenos.

Los cuales tienen que ser llamados para integrarse a SAGARPA que en conjunto realicen las acciones necesarias aplicar mejores políticas y programa que reactiven al campo y lo impulsen a horizontes tal como lo exige la situación actual y futura.

México no puede seguir siendo dependiente, en su alimentación de otros países, porque se ha vuelto muy vulnerable de las decisiones y condiciones que imponen las naciones y hasta compañías que son exportadoras y controlan el comercio mundial agropecuario.

QUE REQUIERE EL AGRO NACIONAL

Las primeras acciones prioritarias y pertinentes que requiere el agro nacional (por ahora solo abordaré seis):

1.Reactivar la producción, productividad y competitividad del campo. Esto es posible porque tenemos tierras, climas, productores y tecnologías requeridas para lograrlo.

2.Recuperar la autosuficiencia, soberanía y seguridad agroalimentaria, que hoy nos tiene de rodillas ante países que nos abastecen.

Además, ante el difícil panorama que se está viviendo con la escasez y encarecimiento de los alimentos, en especial los productos básicos, en el mercado mundial y que se presagia seguirán incrementándose.

3.Definir mejores políticas y programas que verdaderamente impulsen la mejoría agropecuaria y el ingreso de los productores. Y que el acceso a estos beneficios sean con agilidad y sin tantos requisitos que los campesinos del país difícilmente los pueden cumplir. Actualmente tal parece que las exigencias solicitadas son para no entregarles los subsidios a esos pequeños campesinos pobres, minifundistas y casi analfabetas pero que representan el 90% de los labradores del campo nacional. Además estos programas deben ser regionales y distintos entre la agricultura comercial y la pequeña producción tradicional.

4.Rescatar el servicio de asistencia técnica comunitaria y permanente, donde el agrónomo sea el responsable de la transferencia y adopción de mejores tecnologías y de la producción, con capacitación adecuada para brindar con eficacia el extensionismo, la capacitación y organización de productores para la producción y comercialización. El modelo de asistencia técnica impulsada por el Inca Rural ahora enmascarado como Instituto de Desarrollo de Capacidades, integrando diversos profesionistas (economista, sociólogos, contadores, abogados, etc.) donde están en minoría los agrónomos, zootecnistas y veterinarios ha sido un fracaso total al menos en la zona sur-sureste del país con campesinos minifundistas, tradicionalistas, empobrecidos y baja escolaridad. Donde se ubican las mejores tierras del país de temporal y alto potencial de riego, como Chiapas, Tabasco, Veracruz, entre otros estados, con abundantes agua, todavía.

5.Cancelar la autorización de la siembra de maíces transgénicos, por el alto riesgo de contaminación a maíces criollos y su desaparición como razas puras. Además, la existencia del gen terminator que hace estéril al grano de maíz, lo llevará mas temprano que tarde a hacer estéril al maíz de los productores y condenarlos de por vida a comprar de las transnacionales dueñas de la tecnología, la semilla fértil para producir sus alimentos.

Este gen esterilizador hoy funciona en maíz y pronto estará en frijol, trigo, soya, sorgo y otros granos, base de la alimentación humana y pecuaria del país y del mundo. Gen que por ahora lo tienen escondido, pero cuando así lo decidan lo pondrán en los cultivos claves del mundo.

6.Impulsar la investigación agrícola, apoyando con más recursos a las instituciones que generan las tecnologías, forman a los profesionales del campo, los investigadores y los extensionistas.

Aquí, convenir con las escuelas de agricultura para formar mejores agrónomos que sepan producir, generar o adaptar sus tecnologías y que dominen el extensionismo, la capacitación y dar más recursos a estos centros de formación de investigadores y de tecnologías, apoyarlos para que tengan más autonomía y no dependan solo del CONACyT, cuyos objetivos no siempre son los que requiere el campo.

   También enviar a los mejores estudiantes a cursar posgrado en la excelencia extranjera e incrementar el número de expertos en diversas áreas en forma planificada (y no por ocurrencias del estudiante). Basta señalar que mientras Brasil forma cada año a 12000 doctorados, México solo 2000.

Mientras la FAO y los países desarrollados recomiendan impulsar a los Institutos de Investigación de cada país, en México se está reduciendo, porque los funcionarios del pasado adoptaron el criterio que era mejor importar que producir, incluyendo las tecnologías hechas para otras condiciones agroclimáticas y socioeconómicas de sus productores.

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario