NUEVO
GOBERNADOR, NUEVA ESPERANZA PARA EL CAMPO CHIAPANECO
Jorge Vázquez Gómez
LA SITUACIÓN DEL AGRO ESTATAL
Hace 6 años cuando Juan Sabines recibió la gubernatura de Pablo
Salazar, el Colegio de Ingenieros Agrónomos fue invitado por el Congreso
estatal para analizar la situación en que se recibía el agro y proponer
acciones para su mejoría.
Al señalar la gravedad de las condiciones en que se encontraba, la
producción agropecuaria y señalar lo que debería hacerse, fuimos señalados como
catastrofistas y agoreros del desastre y pretendieron amarrar navajas entre el
gobernador y nosotros.
El tiempo nos fue dando la razón, una por una, los planteamientos
señalados se cumplieron, hasta que llegó el día en que el propio Juan Sabines
reconoció públicamente el desastre productivo en que recibió el agro estatal y
se comprometió a mejorarle, promesa que no cumplió.
Hoy a 6 años después, con la información que poseemos, los recorridos
realizados como órgano colegiado, hemos constatado que el agro no mejoró
notoriamente. Algunas acciones se hicieron bien, pero la mayoría de los
problemas permanecieron, incluso empeoraron. Aspectos que señalaremos en
entregas futuras.
Lo que si creció hasta la exageración fueron los discursos
triunfalistas, manejando cifras maquilladas, incluso inventadas para hacernos
creer que el agro estatal mejoró muchísimo. Así, se publicitó en todos los medios
en boletines repetitivos que éramos primer lugar en producción de maíz, frijol,
sorgo, soya, frutas exóticas, hule, hortalizas, ganado de registro, biodiesel,
palma africana, piñón (Jatropha), limón persa, en entregar tractores, entre una
larga lista de triunfalismos y que todos los productores beneficiados vivían
bien, dejaron su pobreza y se volvieron grandes comercializadores y con
elevadas ganancias. Hoy somos el granero del sureste y tenemos la mejor
ganadería del país según se anunció.
Muchas cosas eran ciertas, porque ya lo traíamos desde décadas atrás,
como el café, palma africana, hule y cacao. Otras cifras solo fueron buenas
intenciones de un falso triunfalista. Otras solamente fueron acciones aisladas
que no tuvieron gran impacto en la producción, ni en el ingreso de los
campesinos beneficiados. Otros se estancaron o retrocedieron como la mayoría de
los cultivos y permanecen amenazados por problemas que no fueron atendidos o
solo en forma parcial tal es el caso de la sanidad pecuaria y agrícola, maíz,
frijol.
LOS ÉXITOS Y FRACASOS MÁS
SONADOS
Hay programas que si llevaron mejoría notoria a los campesinos
atendidos como el área productiva de Chiapas Solidario, canje de sementales,
exposiciones orgánicas, marca Chiapas, palma africana, limón persa (si bien
este está amenazado por la enfermedad dragón amarillo que cualquier día lo
afectará masivamente y no tiene cura).
Pero otros fueron grandes fracasos como la producción de biodiesel que
engañó al presidente Calderón y al Secretario de la ONU. Al igual se dice de
las famosas Ciudades Rurales. También fracasó el programa del PESA que atiende
a la pequeña agricultura campesina y familiar, entre una larga lista de sonados
fracasos. Incluyendo el combate al hambre y la pobreza
A partir de ahora empezarán a brotar los vicios ocultos y los
comentados faltantes de dinero que mencionan, existen, el mal manejo y cuchupos
que se dieron.
Una característica del gobierno sabinista es la designación de
funcionarios totalmente ajenos al sector agropecuario, muchos de ellos mañosos
y proclives al cuchuco. Con sus excepciones desde luego.
Hoy el campo estatal se mantiene rezagado, empobrecido, los campesinos
realizan grandes colas para una gestión de apoyo, beneficio que solo algunos
reciben si están afiliados a líderes que tienen acceso y las influencias sobre
los funcionarios del sector. Otras organizaciones solo logran recursos bajo
presión de toma de edificios, bloqueos de carreteras y otras acciones con
tintes de violencia.
Otra característica distintiva de la administración pasada fue
trabajar por ocurrencia y no por planeación.
RECUENTO DE DAÑOS
El caso más sonado es del maíz. De ser Chiapas autosuficiente en el
grano y aportar importantes volúmenes al abasto nacional, hoy somos
deficitarios e importamos de otros estados y EUA, volúmenes de 450 mil
toneladas anuales para la industria avícola y porcina y harina nixtamalizada.
Volumen que significa el 45% de lo producido en el campo (según los
investigadores y conocedores del agro solo producimos un millón de toneladas) y
la tercera parte de lo publicitado con las cifras alegres oficiales.
Recientemente el director estatal de Diconsa declaró que solo tenía
disponibilidad de 20 mil toneladas de maíz para repartir en sus puntos de
atención en zonas marginadas y que solo alcanzaba para tres meses de entrega,
Inmediatamente después se desdijo y publicitó que tenía maíz suficiente para
todos, todo el tiempo. Este cambio se dio, nos suponemos, después de la gran
regañada que sin duda recibió. Pero él dijo una verdad inocultable e
ilustrativa no hay maíz suficiente para el abasto estatal. Algo semejante se da
con el frijol, arroz, sorgo, huevo y otros alimentos importantes. También se
publicitó que se aplicaron en 2012, 15 mil 500 millones de pesos al campo
chiapaneco. La pregunta generalizada ¿dónde están?, porque con este
presupuesto, el agro estaría mucho mejor y tal inversión no se ve, ni tuvo el
impacto publicitado.
QUE ESPERAMOS
En principio, que se le dé al campo estatal la prioridad que merece
como fuente de alimento, combate efectivo a la pobreza, al hambre, la violencia
e inestabilidad sociopolítica de las regiones rurales, condicionantes que
ahuyentan la inversión.
A la par, se designen funcionarios que conozcan del campo y las
soluciones requeridas para que no se manejen con ocurrencias y sesgos que solo
agravan más la situación de los productores.
Es necesario comprender que Chiapas tiene su mejor motor económico y
social en su agricultura y ganadería y que poseemos aun alto potencial
productivo que debemos aprovechar.
Que se defina un plan de gobierno para el sector agropecuario realista
y futurista y no solo para llenar un trámite que luego no se cumple como ha
sucedido en las últimas administraciones estatales.
Finalmente, que con este nuevo programa se negocie con SAGARPA, un
plan especial para Chiapas, porque la mayor parte de las políticas y programas
que promueven no son los requeridos por productores y condiciones agrosociales
que tenemos y esto es una parte del fracaso.
vazquez_gomezj@hotmail.com
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