jueves, 28 de febrero de 2013


NUEVO GOBERNADOR, NUEVA ESPERANZA PARA EL CAMPO CHIAPANECO
Jorge Vázquez Gómez


LA SITUACIÓN DEL AGRO ESTATAL

Hace 6 años cuando Juan Sabines recibió la gubernatura de Pablo Salazar, el Colegio de Ingenieros Agrónomos fue invitado por el Congreso estatal para analizar la situación en que se recibía el agro y proponer acciones para su mejoría.

Al señalar la gravedad de las condiciones en que se encontraba, la producción agropecuaria y señalar lo que debería hacerse, fuimos señalados como catastrofistas y agoreros del desastre y pretendieron amarrar navajas entre el gobernador y nosotros.

El tiempo nos fue dando la razón, una por una, los planteamientos señalados se cumplieron, hasta que llegó el día en que el propio Juan Sabines reconoció públicamente el desastre productivo en que recibió el agro estatal y se comprometió a mejorarle, promesa que no cumplió.

Hoy a 6 años después, con la información que poseemos, los recorridos realizados como órgano colegiado, hemos constatado que el agro no mejoró notoriamente. Algunas acciones se hicieron bien, pero la mayoría de los problemas permanecieron, incluso empeoraron. Aspectos que señalaremos en entregas futuras.

Lo que si creció hasta la exageración fueron los discursos triunfalistas, manejando cifras maquilladas, incluso inventadas para hacernos creer que el agro estatal mejoró muchísimo. Así, se publicitó en todos los medios en boletines repetitivos que éramos primer lugar en producción de maíz, frijol, sorgo, soya, frutas exóticas, hule, hortalizas, ganado de registro, biodiesel, palma africana, piñón (Jatropha), limón persa, en entregar tractores, entre una larga lista de triunfalismos y que todos los productores beneficiados vivían bien, dejaron su pobreza y se volvieron grandes comercializadores y con elevadas ganancias. Hoy somos el granero del sureste y tenemos la mejor ganadería del país según se anunció.

Muchas cosas eran ciertas, porque ya lo traíamos desde décadas atrás, como el café, palma africana, hule y cacao. Otras cifras solo fueron buenas intenciones de un falso triunfalista. Otras solamente fueron acciones aisladas que no tuvieron gran impacto en la producción, ni en el ingreso de los campesinos beneficiados. Otros se estancaron o retrocedieron como la mayoría de los cultivos y permanecen amenazados por problemas que no fueron atendidos o solo en forma parcial tal es el caso de la sanidad pecuaria y agrícola, maíz, frijol.

LOS ÉXITOS Y FRACASOS MÁS SONADOS

Hay programas que si llevaron mejoría notoria a los campesinos atendidos como el área productiva de Chiapas Solidario, canje de sementales, exposiciones orgánicas, marca Chiapas, palma africana, limón persa (si bien este está amenazado por la enfermedad dragón amarillo que cualquier día lo afectará masivamente y no tiene cura).

Pero otros fueron grandes fracasos como la producción de biodiesel que engañó al presidente Calderón y al Secretario de la ONU. Al igual se dice de las famosas Ciudades Rurales. También fracasó el programa del PESA que atiende a la pequeña agricultura campesina y familiar, entre una larga lista de sonados fracasos. Incluyendo el combate al hambre y la pobreza

A partir de ahora empezarán a brotar los vicios ocultos y los comentados faltantes de dinero que mencionan, existen, el mal manejo y cuchupos que se dieron.

Una característica del gobierno sabinista es la designación de funcionarios totalmente ajenos al sector agropecuario, muchos de ellos mañosos y proclives al cuchuco. Con sus excepciones desde luego.

Hoy el campo estatal se mantiene rezagado, empobrecido, los campesinos realizan grandes colas para una gestión de apoyo, beneficio que solo algunos reciben si están afiliados a líderes que tienen acceso y las influencias sobre los funcionarios del sector. Otras organizaciones solo logran recursos bajo presión de toma de edificios, bloqueos de carreteras y otras acciones con tintes de violencia.

Otra característica distintiva de la administración pasada fue trabajar por ocurrencia y no por planeación.

RECUENTO DE DAÑOS

El caso más sonado es del maíz. De ser Chiapas autosuficiente en el grano y aportar importantes volúmenes al abasto nacional, hoy somos deficitarios e importamos de otros estados y EUA, volúmenes de 450 mil toneladas anuales para la industria avícola y porcina y harina nixtamalizada. Volumen que significa el 45% de lo producido en el campo (según los investigadores y conocedores del agro solo producimos un millón de toneladas) y la tercera parte de lo publicitado con las cifras alegres oficiales.

Recientemente el director estatal de Diconsa declaró que solo tenía disponibilidad de 20 mil toneladas de maíz para repartir en sus puntos de atención en zonas marginadas y que solo alcanzaba para tres meses de entrega, Inmediatamente después se desdijo y publicitó que tenía maíz suficiente para todos, todo el tiempo. Este cambio se dio, nos suponemos, después de la gran regañada que sin duda recibió. Pero él dijo una verdad inocultable e ilustrativa no hay maíz suficiente para el abasto estatal. Algo semejante se da con el frijol, arroz, sorgo, huevo y otros alimentos importantes. También se publicitó que se aplicaron en 2012, 15 mil 500 millones de pesos al campo chiapaneco. La pregunta generalizada ¿dónde están?, porque con este presupuesto, el agro estaría mucho mejor y tal inversión no se ve, ni tuvo el impacto publicitado.

QUE ESPERAMOS

En principio, que se le dé al campo estatal la prioridad que merece como fuente de alimento, combate efectivo a la pobreza, al hambre, la violencia e inestabilidad sociopolítica de las regiones rurales, condicionantes que ahuyentan la inversión.

A la par, se designen funcionarios que conozcan del campo y las soluciones requeridas para que no se manejen con ocurrencias y sesgos que solo agravan más la situación de los productores.

Es necesario comprender que Chiapas tiene su mejor motor económico y social en su agricultura y ganadería y que poseemos aun alto potencial productivo que debemos aprovechar.

Que se defina un plan de gobierno para el sector agropecuario realista y futurista y no solo para llenar un trámite que luego no se cumple como ha sucedido en las últimas administraciones estatales.

Finalmente, que con este nuevo programa se negocie con SAGARPA, un plan especial para Chiapas, porque la mayor parte de las políticas y programas que promueven no son los requeridos por productores y condiciones agrosociales que tenemos y esto es una parte del fracaso.

 

vazquez_gomezj@hotmail.com  

 

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