lunes, 8 de octubre de 2012

ARTÍCULO (WGT): CHAPINGO EN CHIAPAS UNA PROXIMA REALIDAD?

Ing. Wilfrido Galdámez Toledo
Presidente de la Federación Agronómica Chiapas.

 

CHAPINGO EN CHIAPAS.
EL INICIO CONOCIDO

La primera noticia fue que se establecería en Ocozocuatla Chiapas. Convocaba el  brillante y activo Ing. Agrónomo Rodolfo López Macías egresado de la nueva Universidad Autónoma de Chapingo. Rodolfo, logró en poco tiempo el pleno interés de la Rectoría en los  años de 2009/2011. El hoy ex rector, visitó Chiapas muchas veces e inclusive se realizó un encuentro de basquetbol entre Coitecos y Chapingueros. Se logró también con recursos de la UACH un excelente estudio socio económico y de factibilidad técnica para justificar el asentamiento del campus Chapingo en Chiapas.

El Gobierno Municipal de Coita estuvo a la altura con esta propuesta aún cuando San Cristóbal también ofrecía su amplio apoyo. Pero no hubo interés del Gobierno Estatal y además los cambios en los mandos de la Universidad de Chapingo, inmovilizaron el proyecto. Inclusive ya existía compromiso con recursos por parte de la UACH, y localmente, algunas organizaciones ofertaron muchas hectáreas para su establecimiento.

 La Federación Agronómica del Estado de Chiapas, el Colegio de Ingenieros Agrónomos y grupos de egresados apoyaron la propuesta. Pero en Chiapas está demostrado que nada, absolutamente nada avanza si no es con la anuencia del Ejecutivo del Estado. Tal vez ni enterado estuvo de las reuniones y cabildeos en el Congreso de la Unión para establecer a esta Universidad chapinguera en Chiapas. 

Las ideas centrales son la creación de un Centro Regional Universitario en Chiapas. (CRUCH), con investigación, licenciaturas y post grados, además de formación no tradicional. El estudio estuvo terminado y presentado en 2011.

Ahora con el apoyo de los cuerpos colegiados agronómicos y los enlaces de organizaciones de productores y campesinos Chiapanecos, se han sugerido entre otras propuestas, las siguientes:

1°.- Que se inicie con la participación  de las Instituciones locales, UNACH y UNICACH, para establecer una sólida integración académica e investigación. Fortalecer en nuestras necesidades, la problemática agropecuaria y forestal Chiapaneca y evitar la competitividad  de ingreso y egresados.

2°.- Presentación al nuevo Gobierno del Estado de Chiapas el status del proyecto para recibir su apoyo total.

ALGO DE HISTORIA Y
CON CHIAPANECOS ALLÁ

 Érase en los principios de la década del año 1960.  Cuando las generaciones en esos tiempos terminaban los estudios de secundaria y preparatoria en el ICACH, o en los centros educativos de Tapachula, San Cristóbal y Comitán. Simplemente no tenían opciones. Una era ingresar a la única Escuela de Derecho en Sancris para ser abogado o bien a la Normal Superior de Tuxtla. No había de otra para un joven Chiapaneco que quisiera terminar estudios profesionales. No existía la UNACH. Estudiar en Guatemala como sucedió en antaño ya no resultaba muy atractivo. En el DF., la distancia representaba un viaje de 18 horas en autobús y no cualquier familia aguantaban los gastos de hospedaje y alimentación en las Universidades de la capital de México. Los jóvenes se desesperaban. Se desperdició mucho talento. La entidad quedaba sujeta a profesionistas forasteros, que la gente, injustamente catalogaba como desconfiables. Los profesionistas  del centro y norteños nos llegaban y dominaban todo. Además de que se quedaban también las mejores bellezas de nuestro jardín local.

 Algunos paisanos egresados de esos años. Audaces y muy decididos platicaban a sus amigos sus aventuras y fracasos en las Escuelas militares, del  Colegio del Aire, el H Militar y la Naval de Veracruz. Otros menos, platicaban sobre la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo. Internado militarizado. Sin embargo la infausta proporción de éxito era muy negativa. Registraba que de 10 locales que se lanzaban, solo uno lograba terminar la profesión.

 HACIA LA MILITARIZADA

En 1961 hubo un examen practicado en las aulas del ICACH.  Por Tuxtla fueron seleccionados para ir en 1962 a Chapingo. Elias Díaz Nieto, Pedro Luis Tejero Rosas, René Gómez Orantes, Aníbal Coutiño Arrazola, Efraín Gómez y el que esto escribe. Por Tapachula ingresaron Francisco Burguete Hernández, Jorge Aceves, Juan Manuel Elorza. 9 en total y terminaron 2 en tiempo normal. 3 más en años siguientes. Resultó igual a como lo platicaban los que ahí estuvieron antes. Madrizas reguladas para novatos. Pelones todo el primer año. Férrea la disciplina militarizada, con uniforme todo el tiempo. Corneta de órdenes al alba para levantarse a marchar como tropa con máuser al hombro. Riesgoso pertenecer al escuadrón de caballería. Obligatoriedad de practicar deporte desde medio día hasta la comida. Estricto pase de lista a las 7 de la noche y de la mañana . Prohibida la luz de los cuartos después de las 10 de la noche. Muchos maestros llegaban del DF. Puntualidad casi inglesa y eran recibidos de pié y a la orden. Arrestos en calabozos  en fin semana por cualquier falta. Maestros muy perrones en sus materias, no permitían la mínima indisciplina. Un martirio para los huevones. Imperdonable reprobar los exámenes trimestrales. Quien reprobara tres, no había perdón. Expulsado en forma definitiva. En cualquier año que cursara.

EL CHAPINGO HILTON.

Preciosos cuartos para dos alumnos, cada quien con su cama individual, su closet, archivero y mesa de trabajo. Toallas, sábanas, cobertores y papel sanitario sin restricciones. Piso de parquet en madera encerada, ventana al patio de honor y vista al Popo y el Ixtacihualt.  Baños accesibles en el corredor con agua caliente. Permitido el uso de aparatos electrónicos, servicios gratuitos de lavandería, peluquería, dentistas, médicos permanentes, siquiatras y los mejores especialistas en medicina humana. Entrenadores para todos los deportes, selectos y con muy alta calificación. Se recibían pagos mensuales como “pre” o apoyo económico desde tropa hasta los alumnos oficiales de unos 200 pesos al mes. Cine propio con los mejores filmes todos los miércoles y teatro abierto para todas las expresiones. Su biblioteca agropecuaria tiene un acervo de millones de temas que la ubica como una de las más completas y avanzadas de todo el mundo.

Flota de autobuses y suburbans  para los viajes de estudios pagados nacionales y extranjeros, como también para los eventos deportivos. Jugadores y porra. Casino para alumnos con 20 mesas de billar (carambola y pool), mesas de ajedrez, dominó y tenis de salón. Teles a color. Un novedoso boliche y “discotec” con conjuntos internos para rock y música tropical.  Para que los alumnos internos no se fastidiaran los fines de semana.

 Chapingo disponía de 10 hectáreas para todos los deportes, incluido el favorito de Fut bol Americano. Los dueños de la única leyenda imbatible con sus Toros Salvajes que en años anteriores lograron la hazaña de haber ganado todos los partidos sin recibir anotación en contra. Se le conoce como “La carrera del Tennesee” y sus integrantes hoy casi todos fallecidos quedaron para siempre como los grandes Chapingueros inmortales. Chapingo disponía de 2 mil hectáreas para sus trabajos de investigación y enseñanza en todas las áreas agrícolas, ganaderas, forestales y agroindustriales. Su comedor y menú diario es una leyenda por la calidad y cantidad de su exquisita comida. Orgánica total en su mayoría porque disponía de los mejores hatos europeos, americanos y nacionales para cárnicos y lácteos. En granos, legumbres y frutas ni que decir, lo mejor de lo mejor. Cada mes se ofrecía barbacoa, con una cerveza y variedad de salsas.

Al final cada egresado recibía un mínimo de 10 ofertas de trabajo. Cuando terminaba sus 7 años de internado, se le entregaban al nuevo profesionista 700 pesos, dos trajes civiles, 2 pares de zapatos civiles y su boleto nacional (solo de ida), su anillo de graduación, un último uniforme de toda gala, espadín y el grado militar obtenido para utilizarlo en la fiesta de despedida. O para su futura boda o en caso de futura defunción

Los que antier ahí estuvimos, hoy al paso del tiempo. Casi  todos coincidimos en tres grandes privilegios. Evitando suspiros conservadores pero observando lo de ahora.

1°.- Que la formación de muchos jóvenes mexicanos requieren de mucho orden y de estricta disciplina, porque como nos lo advirtieron los militares a la llegada. Todo México siempre necesita de eso precisamente. Orden y disciplina.

2°.- Que el gobierno que instituyó Chapingo, tuvo visión al futuro porque desde su sistematización militarizada, México jamás tuvo problemas alimentarios en ningún estrato social y económico. Nunca tuvimos que comprar comida en el extranjero. Los cuadros profesionales fueron  preparados  con oportunidad y porque su único mandato “explotar la tierra, no al hombre” se cumplió. Ahora es ya muy evidente de que resulta más importante producir alimentos que producir sueños y palabras.

3°.- Calles, Obregón y Cárdenas culminaron un gran ideal sobre Chapingo. Como Presidentes de México no se equivocaron al estructurar la futura lucha por la comida, el agua y el medio ambiente.

Protegieron a la nación con una producción de granos con presas de riego y tecnología en temporal. Nunca más se construyeron distritos de riego, solo miserables presas para energía eléctrica. Diseñaron, además, a los futuros profesionistas agroalimentarios. Todo ocurrió mucho antes de que el planeta colapsara en población, hambruna, desnutrición y muerte. Hoy los Egresados de la ENA militarizada de Chapingo, tan solo suspiramos porque en el nuevo Chapingo local que se establezca en Chiapas, conserve la extraviada mística de campo. Las cosas no pintan bien hacia adelante y se necesitan refuerzos para la batalla agroalimentaria que ya tenemos enfrente. Es totalmente distinto. De una Universidad moderna, comparada con el viejo internado militar. Pero lo más importante es la calidad académica, la nueva tecnología y un manejo con alta planificación. Ojalá que la nueva administración sexenal pueda valorar este objetivo y se apoye con todo al proyecto. galdameztoledo43@gmail.com. 

 

 

 

 

 

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