lunes, 8 de octubre de 2012

ARTÍCULO (WGT): EL PRODESCH Y SUS VÁLIDAS ENSEÑANZAS (2ª Parte)
Ing. Wilfrido Galdámez Toledo
Presidente de la Federación Agronómica de Chiapas
 
Al amigo y  muy valioso Agrónomo
Ing. Roberto Domínguez Castellanos
  Referente a los correos recibidos sobre este tema. Cierto, el Prodesch de  los años 1971 está enterrado y olvidado. Cierto que fue exitoso, pero no repetible porque el tiempo y las circunstancias cambiaron. ¿Porqué entonces, hablar de un pasado ante el actual problema indígena. Súper preocupante? . Porque las etnias en nada cambiaron desde hace más de 500 años. Porque algo de  lo exitoso en lo agroalimentario realizado hace 40 años, tal vez pueda servir y evitar fracasos. Porque es el más puro extensionismo rural.
¿LA AGRICULTURA INDIGENA?
MAIZ Y FRIJOL ES PODER.
En la agricultura indígena, el “ishin” (el maíz) es increíblemente sagrado y poderoso. Juntos con el “chenek” (frijol negro bótil) representan el bienestar y la paz social en todas las familias. La familia indígena con mucho orgullo lo enseña en las cocinas en sus casas. Porque el exhibir costales llenos de estos granos es como una ostensible muestra de seguridad y tranquilidad familiar. Símbolos de un espacio social y económico asegurado en toda la comunidad. Esto no fue fácil de entender para los nuevos profesionistas. Como tampoco,  que ellos siembran solo para su propia comida y que si hay excedentes es tan solo para canjear por otros bienes de consumo. Inclusive, por parte de los hombres, se emplean los granos como prebendas, para conseguir mujer.
PLAGAS Y PROBLEMAS
EN PREDIOS INDIGENAS.
Los cultivos del maíz presentaban desde ese entonces una desastrosa plaga en las raíces. “La gallina ciega”, un gusano (Coleóptera Phyllophaga sp) que ellos llamaban “konon”. A  pocos días de la nacencia, muchísimas plantas de maicitos se morían irremediablemente. Los gusanos hundidos en las profundidades de la tierra,  esperan a que broten las raicitas del grano y entonces atacan. Se comen las tiernas. La plantita muere. Sin embargo fue relativamente fácil resolver el asunto. “De esta bolsa, llenas (como dosis y medida) dos corcholatas de refresco y lo pones al fondo del surco donde siembras las semillas “ tan solo eso, y ya chingó a su madre el konon ”—“es veneno puro (BHC), usa guantes, no lo huelas y lávate bien las manos al terminar”---“si no lo haces te va a pasar lo del konon” ---Cuando los promotores bilingües se los traducían a los indígenas, estos se reían escandalosamente. Lo aprendieron bien y en esos años se salvó mucha milpa. De igual manera se les enseñó a usar estiércol maduro para fertilizar las legumbres y las frutas. En todos esos tiempos los indígenas estaban de muy buen humor. Respetaban a los ingenieros del Prodesch. Los cuidaban y los querían muchísimo.
INVERNADEROS Y LAS
“CAMAS CALIENTES”.
De Toluca llegaron los primeros invernaderos prefabricados con madera, plásticos, ángulos metálicos, mallas, puertas abatibles y tornillos para el armado y asegurado. Los agrónomos que previamente se capacitaron,   demostraban en tiempos record su manejo. Fueron un éxito total. Poco espacio y una producción asegurada. Chamula exigió uno permanente. Se le entregó en la comunidad de “Las Ollas” en 1973. Zinacantán no pidió ninguno regalado. Los copió muy bien y ahora poseen cientos de hectáreas bajo invernadero según sus propios diseños. Producen millones de pesos en flores de exportación y legumbres de alta calidad. Los mismos que ahora los triunfalistas oficiales los bautizan como “agricultura protegida”. Chamula, por el contrario, no se interesó mucho con esta tecnología. Se decidieron más por la construcción de terrazas a nivel. Construidas a pura mano. Los ingresos de los participantes en el programa de Conservación de Suelos, originaron muchos nuevos ricos en los barrios de la cabecera municipal de San Juan Chamula.
Las comunidades se asientan en alturas que rebasan los 2000 msnm. El frío en las madrugadas de las montañas, alcanzan temperaturas muy bajas. Bajo estas condiciones, las semillas de hortalizas y flores no germinan bien. Las que nacen viven poco.  Las mata la helada o tienen mal desarrollo. Tampoco hubo ningún problema para los agrónomos en 1971.
Contra las heladas que no permitían la buena germinación de las semillas, se les enseñó a construir las “camas calientes”. Era necesario excavar a casi un metro. Ahí se construía un almácigo bien biofertilizado. Cubierto con plástico. Como de rayo germinaban las lechugas, repollos, zanahorias, cebollas, chiles, papas y cuanto ellos quisieran producir. El indígena siempre conserva muchísimo sentido del humor con quienes merecen su confianza. A los “cahslanes” desconfiables, los observa bien. Los mide. Solo hasta después, de esto, decide “darle el avión” de que es tonto. Al final, se los botanéan y se burlan bastante.
PINOS Y FRUTALES.
Decían que los indígenas eran irredentos taladores de pinos y de robles. Una cruel mentira. El tzetal,  tzotzil y el tojolabal no  depredan la madera. Ellos sin conocer rollos ecologistas protegen mucho sus árboles. Son autodidactas.  Saben muy bien que sin árboles se acaba el agua. No pueden vivir los animalitos y tampoco ellos. Así entonces cortan tan solo lo que necesitan para su uso doméstico. Leña principalmente para su comida y para calentarse en montaña. Derriban para hacer el “tejamanil” y cubrir los techos contra la  lluvia. Algunas veces los “horcones” como trabes de construcción. Le tienen terror al fuego y se organizan para que no ocurran incendios. La parte oscura de las talas en las comunidades indígenas son culpa de los “cashlanes mestizos” que hablan bien la lengua y trabajan como “coyotes” para los vendedores de madera y carbón en San Cristóbal y en Tuxtla preferentemente. Regalan trago (posh) y dinero a las autoridades municipales. No pueden hacerlo con las autoridades tradicionales porque los corren a machetazos. Han ocurrido muchas tragedias por culpa de la madera.
Algunos por pura necesidad aceptan derribar un árbol de pino. recibían 100 pesos. “dile que ese árbol lo revenden en 300 pesos los traficantes “, “diles que a su vez los madereros ilegales obtienen hasta 900 pesos por árbol de buen tamaño”. Después escuchar la traducción en su lengua. Algunos se sonreían. Las etnias siempre eran castigadas por las talas. Las etnias siempre sufren  auténticos robos por su madera. Son presa fácil por su necesidad económica. Cuando los agarran van a la cárcel. Nunca los verdaderos talamontes.
LOS CAMINOS ROMANOS
DEL DR. VELASCO SUAREZ
En 1971 el Gobernador inició un programa para comunicar con caminos de mano de obra a todas las comunidades más importantes. “A mano y pagándoles lo justo en jornales”. “Estilo de carreteras como en el antiguo imperio romano” “piedra asentada en el piso con lajas anchas sobre la línea de rodaje”—fueron las instrucciones del Gobernador. 1 a 3 fue la calificación final. Uno en contra porque todos los caminos, pronto se hicieron pedazos. Las piedras clavadas en humedad no aguantaban mucho el tránsito de vehículos pesados y las filosas lajas ponchaban llantas a placer. A favor;  porque las comunidades por vez primera recibieron jornales que ayudaron a eliminar un poco su pobreza económica. A favor también, porque sirvieron de buen piso firme para cuando llegaron los recursos y se asfaltaron estos caminos. Y tres a favor, porque hasta hoy las cabeceras municipales indígenas están bien comunicadas y pasan por apartadas comunidades.
LOS ANCIANOS VENERADOS
Y LOS VIEJOS ABORRECIDOS
Las mejores lecciones  indígenas ocurrieron muchas veces. En todas las comunidades étnicas. Angel Robles Ramírez, era un erudito sobre las sociedades indígenas. Lo comentó a los nuevos técnicos del Prodesch. “Los ancianos indígenas representan el verdadero poder en las comunidades”--“los mayores de las comunidades son gente de prestigio, respetada y hasta venerada”.
Ejemplo verídico. ¿Se le pregunta al promotor bilingüe?--¿porqué tanto respeto con esos viejitos borrachines que se sientan formaditos a la entrada del edificio municipal?—Respuesta: “Ellos, por su edad son ancianos y son los mayores autoridad” “Son sabios porque han visto y vivido más cosas que nosotros”. “nos aconsejan bien y nosotros les regalamos trago, frutas, refrescos o animalitos” Otra pregunta con el promotor que fue a pedir consejo. “Le dije que con mis ahorros iba a comprar un redilitas usado, pero me faltaba dinero para acabalar el resto”, “le pedí consejo. Si se lo pedía prestado a mi primo, el Salvador Oso”.  “Me aconsejó que no, porque el Salvador cuando toma se pierde su alma” “gasta todo en sus fiestas y luego agarra machete y te cobra. Pero además habla mucho”—“Mejor con el Sebastian Gómez de Cruschen, porque él es muy justo y nunca habla mal de nadie”.
Un revire inesperado del bilingüe. ¿y en Tuxtla es igual?. Pregunta el promotor indígena. Respuesta. No. Es casi todo lo contrario.  En nuestra ciudad el anciano casi estorba. Peor si no tiene dinero. Nadie les hace caso. Por lo general caen mal con todos. Se burlan mucho de ellos los jóvenes y otros menos adultos. Dicen que “chochean” y que hay que llevarlos lo más pronto posible a casas geriátricas para que se mueran tranquilos. Opinión indígena “Hummm,  entonces por eso  siempre viven y vivirán tan jodidos los ladinos”. Continuará la 3ª y última parte.  galdameztoledo43@gmail.com.

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