ARTÍCULO (WGT): EL PRODESCH Y SUS
VÁLIDAS ENSEÑANZAS (2ª Parte)
Ing. Wilfrido Galdámez
Toledo
Presidente de la Federación Agronómica de Chiapas
Al amigo y muy valioso Agrónomo
Ing. Roberto Domínguez
Castellanos
¿LA AGRICULTURA
INDIGENA?
MAIZ Y FRIJOL ES
PODER.
En la agricultura indígena, el “ishin” (el maíz) es increíblemente
sagrado y poderoso. Juntos con el “chenek” (frijol negro bótil) representan el
bienestar y la paz social en todas las familias. La familia indígena con mucho orgullo
lo enseña en las cocinas en sus casas. Porque el exhibir costales llenos de
estos granos es como una ostensible muestra de seguridad y tranquilidad
familiar. Símbolos de un espacio social y económico asegurado en toda la
comunidad. Esto no fue fácil de entender para los nuevos profesionistas. Como tampoco, que ellos siembran solo para su propia comida
y que si hay excedentes es tan solo para canjear por otros bienes de consumo.
Inclusive, por parte de los hombres, se emplean los granos como prebendas, para
conseguir mujer.
PLAGAS Y PROBLEMAS
EN PREDIOS INDIGENAS.
Los cultivos del maíz
presentaban desde ese entonces una desastrosa plaga en las raíces. “La gallina
ciega”, un gusano (Coleóptera Phyllophaga sp) que ellos llamaban “konon”. A pocos días de la nacencia, muchísimas plantas
de maicitos se morían irremediablemente. Los gusanos hundidos en las
profundidades de la tierra, esperan a
que broten las raicitas del grano y entonces atacan. Se comen las tiernas. La
plantita muere. Sin embargo fue relativamente fácil resolver el asunto. “De
esta bolsa, llenas (como dosis y medida) dos corcholatas de refresco y lo pones
al fondo del surco donde siembras las semillas “ tan solo eso, y ya chingó a su
madre el konon ”—“es veneno puro (BHC), usa guantes, no lo huelas y lávate bien
las manos al terminar”---“si no lo haces te va a pasar lo del konon” ---Cuando
los promotores bilingües se los traducían a los indígenas, estos se reían
escandalosamente. Lo aprendieron bien y en esos años se salvó mucha milpa. De
igual manera se les enseñó a usar estiércol maduro para fertilizar las
legumbres y las frutas. En todos esos tiempos los indígenas estaban de muy buen
humor. Respetaban a los ingenieros del Prodesch. Los cuidaban y los querían
muchísimo.
INVERNADEROS Y LAS
“CAMAS CALIENTES”.
De Toluca llegaron los
primeros invernaderos prefabricados con madera, plásticos, ángulos metálicos,
mallas, puertas abatibles y tornillos para el armado y asegurado. Los agrónomos
que previamente se capacitaron, demostraban en tiempos record su manejo.
Fueron un éxito total. Poco espacio y una producción asegurada. Chamula exigió
uno permanente. Se le entregó en la comunidad de “Las Ollas” en 1973.
Zinacantán no pidió ninguno regalado. Los copió muy bien y ahora poseen cientos
de hectáreas bajo invernadero según sus propios diseños. Producen millones de
pesos en flores de exportación y legumbres de alta calidad. Los mismos que
ahora los triunfalistas oficiales los bautizan como “agricultura protegida”.
Chamula, por el contrario, no se interesó mucho con esta tecnología. Se
decidieron más por la construcción de terrazas a nivel. Construidas a pura
mano. Los ingresos de los participantes en el programa de Conservación de
Suelos, originaron muchos nuevos ricos en los barrios de la cabecera municipal
de San Juan Chamula.
Las comunidades se
asientan en alturas que rebasan los 2000 msnm. El frío en las madrugadas de las
montañas, alcanzan temperaturas muy bajas. Bajo estas condiciones, las semillas
de hortalizas y flores no germinan bien. Las que nacen viven poco. Las mata la helada o tienen mal desarrollo. Tampoco
hubo ningún problema para los agrónomos en 1971.
Contra las heladas que
no permitían la buena germinación de las semillas, se les enseñó a construir
las “camas calientes”. Era necesario excavar a casi un metro. Ahí se construía
un almácigo bien biofertilizado. Cubierto con plástico. Como de rayo germinaban
las lechugas, repollos, zanahorias, cebollas, chiles, papas y cuanto ellos quisieran
producir. El indígena siempre conserva muchísimo sentido del humor con quienes
merecen su confianza. A los “cahslanes” desconfiables, los observa bien. Los
mide. Solo hasta después, de esto, decide “darle el avión” de que es tonto. Al
final, se los botanéan y se burlan bastante.
PINOS Y FRUTALES.
Decían que los indígenas
eran irredentos taladores de pinos y de robles. Una cruel mentira. El tzetal, tzotzil y el tojolabal no depredan la madera. Ellos sin conocer rollos
ecologistas protegen mucho sus árboles. Son autodidactas. Saben muy bien que sin árboles se acaba el
agua. No pueden vivir los animalitos y tampoco ellos. Así entonces cortan tan
solo lo que necesitan para su uso doméstico. Leña principalmente para su comida
y para calentarse en montaña. Derriban para hacer el “tejamanil” y cubrir los
techos contra la lluvia. Algunas veces
los “horcones” como trabes de construcción. Le tienen terror al fuego y se
organizan para que no ocurran incendios. La parte oscura de las talas en las
comunidades indígenas son culpa de los “cashlanes mestizos” que hablan bien la
lengua y trabajan como “coyotes” para los vendedores de madera y carbón en San
Cristóbal y en Tuxtla preferentemente. Regalan trago (posh) y dinero a las
autoridades municipales. No pueden hacerlo con las autoridades tradicionales porque
los corren a machetazos. Han ocurrido muchas tragedias por culpa de la madera.
Algunos por pura
necesidad aceptan derribar un árbol de pino. recibían 100 pesos. “dile que ese
árbol lo revenden en 300 pesos los traficantes “, “diles que a su vez los
madereros ilegales obtienen hasta 900 pesos por árbol de buen tamaño”. Después
escuchar la traducción en su lengua. Algunos se sonreían. Las etnias siempre eran
castigadas por las talas. Las etnias siempre sufren auténticos robos por su madera. Son presa
fácil por su necesidad económica. Cuando los agarran van a la cárcel. Nunca los
verdaderos talamontes.
LOS CAMINOS ROMANOS
DEL DR. VELASCO SUAREZ
En 1971 el Gobernador
inició un programa para comunicar con caminos de mano de obra a todas las
comunidades más importantes. “A mano y pagándoles lo justo en jornales”.
“Estilo de carreteras como en el antiguo imperio romano” “piedra asentada en el
piso con lajas anchas sobre la línea de rodaje”—fueron las instrucciones del
Gobernador. 1 a 3 fue la calificación final. Uno en contra porque todos los
caminos, pronto se hicieron pedazos. Las piedras clavadas en humedad no
aguantaban mucho el tránsito de vehículos pesados y las filosas lajas ponchaban
llantas a placer. A favor; porque las
comunidades por vez primera recibieron jornales que ayudaron a eliminar un poco
su pobreza económica. A favor también, porque sirvieron de buen piso firme para
cuando llegaron los recursos y se asfaltaron estos caminos. Y tres a favor,
porque hasta hoy las cabeceras municipales indígenas están bien comunicadas y
pasan por apartadas comunidades.
LOS ANCIANOS VENERADOS
Y LOS VIEJOS
ABORRECIDOS
Las mejores
lecciones indígenas ocurrieron muchas
veces. En todas las comunidades étnicas. Angel Robles Ramírez, era un erudito
sobre las sociedades indígenas. Lo comentó a los nuevos técnicos del Prodesch.
“Los ancianos indígenas representan el verdadero poder en las comunidades”--“los
mayores de las comunidades son gente de prestigio, respetada y hasta venerada”.
Ejemplo verídico. ¿Se
le pregunta al promotor bilingüe?--¿porqué tanto respeto con esos viejitos
borrachines que se sientan formaditos a la entrada del edificio
municipal?—Respuesta: “Ellos, por su edad son ancianos y son los mayores
autoridad” “Son sabios porque han visto y vivido más cosas que nosotros”. “nos
aconsejan bien y nosotros les regalamos trago, frutas, refrescos o animalitos” Otra
pregunta con el promotor que fue a pedir consejo. “Le dije que con mis ahorros
iba a comprar un redilitas usado, pero me faltaba dinero para acabalar el resto”,
“le pedí consejo. Si se lo pedía prestado a mi primo, el Salvador Oso”. “Me aconsejó que no, porque el Salvador
cuando toma se pierde su alma” “gasta todo en sus fiestas y luego agarra
machete y te cobra. Pero además habla mucho”—“Mejor con el Sebastian Gómez de
Cruschen, porque él es muy justo y nunca habla mal de nadie”.
Un revire inesperado
del bilingüe. ¿y en Tuxtla es igual?. Pregunta el promotor indígena. Respuesta.
No. Es casi todo lo contrario. En nuestra
ciudad el anciano casi estorba. Peor si no tiene dinero. Nadie les hace caso.
Por lo general caen mal con todos. Se burlan mucho de ellos los jóvenes y otros
menos adultos. Dicen que “chochean” y que hay que llevarlos lo más pronto
posible a casas geriátricas para que se mueran tranquilos. Opinión indígena “Hummm,
entonces por eso siempre viven y vivirán tan jodidos los
ladinos”. Continuará la 3ª y última parte.
galdameztoledo43@gmail.com.
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