ING. LUIS TOMAS CERVANTES CABEZA DE
VACA COMO ORBITUARIO DE LOS EX
CHAPINGUEROS
Ing. Wilfrido Galdámez Toledo.*
EN LOS PRIMEROS MESES
DEL INTERNADO MILITAR.
En la primera semana
del mes de febrero del año 1962. Como en todos los años. Los alumnos de nuevo ingreso caminan por la
larguísima calzada de la carretera México/Texcoco. Desde la parada de los autobuses hacia el
edificio principal de la Escuela Nacional de Agricultura. El frío cala hasta los huesos en esos días. Viento
helado y constante. Mucho más agresivo para los que proceden de regiones
cálidas. Entre esos nuevos “pelones” llegaba también—Luis Tomás Cervantes
Cabeza de Vaca. Sinaloense y ya se decía que era alumno de reingreso. Porque según el chisme
que corría entre las filas de la formación del patio de honor. Que este
Sinaloense ya había ingresado en 1961 y por razones no aclaradas. Había causado
baja. Reiniciaba la profesión en 1962.
EN LOS PRIMEROS AÑOS
El instinto de protección
de los novatos obligaba siempre a buscar a la paisanada. Los norteños en forma
natural, siempre se agrupan. Se integran como paisanitos, bandas y pandillas. O
simplemente como amigos casi juramentados. Si tocas a uno se te vienen encima
todos juntos. Por lo regular siempre aceptaban
bien a los de otras entidades. Siempre y cuando ellos mandaran y decidieran
todo. Sus exquisitas comidas preferidas, su música, léxico, bromas y costumbres los distinguían de otros.
Alegres, dicharacheros y bastante ruidosos. Eran los chapingueros norteños.
Los sureños se
comportaban de manera distinta. Huraños, apartados y poco participativos. A excepción de los escasos y desmadrosos
jarochos y tabasqueños. Los sureños de
Oaxaca y Peninsulares coinciden con su música romántica. Se apartaban de todos.
Sus reuniones bohemias con su música regional eran solo para ellos. Pero Luis
Tomás, convivía con todos los grupos. Así, que todos, en esa
generación que llegó en 62 lo conocieron. En un internado es casi imposible
pasar desapercibido. A esta generación 1962/1968. El destino ya la había marcado para nunca
terminara en su tiempo oficial y reglamentario. En esos años prevalecía un
izquierdismo generalizado en la Escuela Nacional de Agricultura. El ambiente
decorado por Diego de Rivera. Resultaba irresistible. Los logos dejan huella eterna
en jóvenes rurales. Marcaban para siempre. “Explotar la Tierra, no al Hombre”.
“Más hondo el surco, más alto el destino”.
En 1962 los movimientos revolucionarios en
Chapingo eran puras utopías. Se calificaban como de “izquierda infantil”. Existían
otros grupos medio clandestinos como el “Rosa Luxemburgo” con reuniones en el
sótano del edificio de Economía Agrícola. Solo se organizaban para correr a un
director o directivo con cualquier pretexto. Faltaban todavía seis años para el
movimiento estudiantil nacional. Hoy ya en
estos tiempos. Al repasar las viejas historias y hechos. Probablemente—dicen
algunos egresados--- “Chapingo resultó ser
la institución educativa de México, con más alta participación y riesgo en el
movimiento de 1968. Al final, fue la más afectada dentro de la educación
superior de nuestro país. En 1970 se
clausuró el internado militarizado. Surgió la Universidad Autónoma de Chapingo.
Acabó entonces y para siempre, el Chapingo Hilton de los pobres y la clase
media—“Tal vez debió haber sido lo contrario---mejor transformarse como
Universidad Militar---porque la autonomía termina siempre siendo
subjetiva”—opina un respetable ex. ¿En que te sustentas colega?---Mira a tu
alrededor---“observa la ruina agroalimentaria, la desnutrición y la
hambruna mexicana ya es igual o peor que
en cualquier país africano”. “Como agrónomos militarizados es intolerable”—“una
afrenta nacional que hay que destruir al precio que sea”—Pero “Como agrónomos
universitarios, somos unos más en la suma de todas las ineficiencias”.
LUIS TOMAS EN EL
DEPORTE.
El promedio de edad
para los de nuevo ingreso variaban entre los 16 a 18 años. Muy raro los casos
de un “pelón” con 19 o 20 años o mayores. Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, había
cumplido los 21 en el internado—según comentan---sus paisanos Sinaloenses.
Corpulento de más de 100 kilos de peso. Voz aguda y medio gangoso al hablar.
Algunos norteños Sonorenses como, Gabriel Montoya Arce lo llamaba “chipegua”. Nunca
se aclaró el porqué.
Luis Tomás llegó en la
época más gloriosa del Fut Bol Americano de Chapingo. Los nuevos entrenadores
de origen Politécnico. Mike Cervantes Steel y César Luque Salgueiro lograron
una hazaña increíble. Hicieron, al equipo de los “Toros Salvajes”, campeones nacionales en
liga Juvenil, Intermedia y liga mayor. En la comunidad estudiantil nacional
esto resultó un hecho inaduito. La UNAM
y el Instituto Politécnico Nacional, tenían una población estudiantil en esos
años de 50 mil y mucho más alumnos. La
Unam y el Poli, tenían sobrado material físico para seleccionar. En Chapingo,
la población de internos para los siete
años de carrera apenas rebasaba los 1,200 en total. El 95% eran de origen
provinciano. Estudiantes que en su vida, jamás conocieron un juego o un balón para jugar fut americano. El grueso de la población estudiantil, también
presentaba claros signos de alimentación deficiente. Fuertes pero demasiado
chaparros. Era tan evidente, que en las formaciones de marchas militares. Las
dos compañías más numerosas la integraban los “texanos”---preguntamos al
militar comandante, el porqué de ese llamativo sobre nombre---“es que son tan
chaparros que para orinar usan una teja para no mancharse las botas”. Se
burlaban mucho de los sureños.
Luis Tomás Cervantes
Cabeza de Vaca. 110 kilos de peso, ya con equipo puesto. 1.78 de estatura y con
prominente torso y cuello, perteneció a
los Toros Salvajes en la liga intermedia. No llegó a liga mayor porque no tenía
suficiente carácter agresivo. La decisión agresiva es una de las más
importantes facultades que se necesitan en ese deporte. Jugó como “Guard”
izquierdo. Siempre sonriente y entusiasta. Tenerlo enfrente en juego o entrenamiento
imponía su peso y fortaleza. Pero el solo jugaba. Se divertía y no cometía
infracciones. Clásico jugador con nobleza.
Luis Tomás Cervantes
desde su segundo año. Nunca estuvo de acuerdo con el régimen militarizado del
internado chapinguero. Lo objetaba en las asambleas de la sociedad de alumnos.
Encabezaba grupos rebeldes contra las tradicionales novatadas. Se convirtió en un
decidido protector de pelones. Los de recién ingreso, lo buscaban para que no
los novatearan. Su gran peso y estatura dentro el internado militar, decidían
la balanza entre “madrear pelones o negociar”.
CON LOS FORESTALES.
En el cuarto año de la
carrera para ingeniero agrónomo. Luis Tomás tuvo, como todos. Elegir su futura
especialidad. Se inscribió con los forestales. Caso extraño porque sus cuates
del alma se inscribieron en Economía Agrícola. Según platican sus colegas
generacionales que lo deleitaban mucho los paisajes de arbolados y pretendía
conocer la tecnología para conservarlos y para reforestar la madera en forma técnica
aprovechando esos recursos como una cosecha cualquiera. Cuando se acercaba la
oportunidad de conocer otros países líderes en materia forestal/ambiental. Se
le acercaron los compromisos de liderazgo político. Se acercaba también el 68. Platicaban
sus colegas forestales que siempre tuvo muchas dificultades con la
Dasonometría. La ciencia que se ocupa de la medición de los árboles. De la determinación del volumen de los
bosques y de los crecimientos de los árboles y bosques. Específicamente, sufría
con las interpretaciones fotogramétricas aéreas y satelitales y su relación con
muy complejos modelos matemáticos.
EL
LIDERAZGO POLITICO
Desde
1966 Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, era totalmente conocido entre los
generacionales de esos años. Se le reconocía liderazgo por su calidad moral,
ética y congruente actitud. Fácilmente desbancó a los tradicionales líderes de
la izquierda en Chapingo. Al “Sami”, “El tigre” y muchos de Economía que
viajaban a Chile con el Presidente Allende. Su calidad moral sobrepasó, inclusive, al máximo líder chapinguero,
Aquiles “la monedita” Córdova Morán de Agroindustrias. (actual dirigente
absoluto de Antorcha Campesina). A fines del año 1967, Luis Tomás, ya
representaba a Chapingo, junto con Taide Aburto ante los grupos Universitarios y del Politécnico.
Organizaba personalmente la presencia del internado en eventos. Los mítines y
las marchas. En 1968, ya en el apogeo del movimiento estudiantil. Luis Tomás
Cervantes Cabeza de Vaca tenía el total apoyo de la Escuela Nacional de
Agricultura de Chapingo ante el Consejo Nacional de Huelga. Su representación
por la ENA, resultó honrosa e inobjetable.
SU
CAMINO HACIA EL FINAL.
Platicaba
a detalle las veces que en el campo militar número uno, sufrió el famoso
“cuadro de fusilamiento”. Se olvidó,
como casi todos los alumnos, que en el
internado se firmaba a la entrada la voluntad de renunciar a las leyes civiles
y que la ENA pertenecía a un régimen y disciplina militar.
Un
27 de Agosto de 1968 personalmente subió al asta bandera del zócalo la
rojinegra del Consejo Nacional de Huelga. No se lo perdonaron jamás. El 27 de
septiembre de ese mismo año ingresó preso a Lecumberri. Luis Tomás Cervantes
estuvo en prisión hasta el año de 1971. En 1974 el que iba a ser gobernador de
Chiapas, Jorge de la Vega Domínguez le dio trabajo en Conasupo. Después trabajó
en la Subsecretaría Forestal de la Sarh y fue comisionado a la Selva Lacandona.
En
1974 con su gurú de siempre, Heberto Castillo es fundador del PMT. Sobrevive de
maestro en Zacatecas. Finalmente la diabetes lo destruye lentamente. Muere en
pobreza. Aun cuando ya era un personaje conocido y respetado
internacionalmente. Para los ex de la ENA. Luis Tomás fue un excelente amigo y
fraterno. Nunca ambicionó ni poder ni dinero. Para quienes que lo conocimos, el
tan solo cumplió bien con nuestros mandatos chapingueros.
Pero muchísimo mejor lo describe Marcelino Perelló, hace tres días
y ante su cadáver. El también líder de la UNAM en el 68—dijo-- “Luis Tomás hizo
honor a su imagen: siempre pareció un hombre sincero, honesto, sencillo, y a
diferencia de otros, lo fue. La única característica que traicionó a su imagen
es que parecía un tipo rudo, pero en realidad era un hombre muy tierno, que
siempre daba su lugar a otro. Él fue la efigie más noble del 68.” .
Descansa
en paz “chipegua” y hasta pronto. galdameztoledo43@gmail.com *Presidente de la
Federación Agronómica del Estado de Chiapas.
un gran lider luis tomas cabeza de vaca
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