jueves, 28 de febrero de 2013


PORQUE LOS MAÍCES TRANSGÉNICOS NO RINDEN MÁS QUE LOS MEJORADOS COMUNES
Jorge Vázquez Gómez


LA PUBLICIDAD AMAÑADA

Cuando los cultivos transgénicos irrumpieron en el comercio mundial usando una tecnología muy novedosa, impactante y muy diferente al mejoramiento tradicional mendeliano, alentó a los científicos, políticos y productores del mundo como una tecnología que al revolucionar acortando el tiempo y procedimiento en la obtención de variedades e hibrido de diversos cultivos, hacían posible el sueño y urgencia de erradicar el hambre, la desnutrición y la pobreza del mundo, particularmente de los países y poblaciones empobrecidas del planeta, que sufren recurrentes hambrunas, acendrada desnutrición y elevada mortalidad. Para aceptar y sembrar las semillas transgénicas, la publicidad se basó en que elevarían sustancialmente el rendimiento, que abaratarían el precio de los alimentos, que beneficiaría a la economía de los productores por mayor cosecha e ingreso y esto estimularía su desarrollo y progreso, de sus familias y países que los cultivaran.

Enfatizaron en demasía una supuesta superioridad de los transgénicos sobre los cultivos usuales, tanto en rendimiento como en rentabilidad por requerir menos agroquímicos y disminuir los costos de producción. Así, estos cultivos genéticamente modificados (OGM) eran la solución más eficaz y pronta par resolver la pobreza y el hambre en el mundo y muchos creyeron que así sería. Y así aparecieron los primeros cultivos transgénicos: la cánola, tomate, algodón, soya y el maíz, una flor, la petunia y un pez, el salmón, que maravillaron a los políticos, científicos y productores del mundo.

PORQUE LOS CULTIVOS TRANSGÉNICOS NO RINDEN MÁS QUE LOS MEJORADOS MENDELIANOS

El supuesto mayor rendimiento de los cultivos transgénicos sobre los mejorados vía cruzamiento y selección tradicional mendeliana, superioridad que ha sido intensamente publicitada por las compañías dueñas de estos cultivos OGM, no es totalmente cierta, incluso raya en el engaño y esto se ilustra con el caso del maíz.

Recientemente platiqué con el Ing. Rodolfo López Macías, un agrónomo radicado en Chiapas, que está consolidando su empresa de servicios agropecuarios. El asistió recientemente al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) por Chapingo, donde dieron a conocer los últimos germoplasmas de maíz más avanzados que están liberando para quien quiera comprarlos. Como es de esperar asistieron muchas compañías que los adquirieron, para luego reproducirlos bajo sus marcas respectivas. Entre ellas, estaban las de Monsanto y otras que producen OGM.

Ahí se comentó que las compañías transgénicas no producen su maíz, es decir no realizan todo el proceso de formación de variedades e híbridos comerciales, que les llevaría 8 años en obtenerla, ni el gasto que significa el personal científico, campos de prueba, laboratorios y demás inversiones requeridas. Ellos compran los germoplasmas producidos por las instituciones dedicadas a eso en cualquier parte del mundo. Obviamente compran los mejores genotipos.

A partir de estos germoplasmas, decodifican su genoma, le implantan los trasngenes seleccionados y lo registran como propias, y se vuelven dueños de su patente universal.

Esto a su vez indica que la planta transgénica tiene todo su genoma original, lo único que la hace diferente son los genes implantados para producir el veneno que mata algunas plagas del maíz y que la hace resistente al herbicida específico (glifosato). Por lo tanto, su potencial de rendimiento, número y tamaño de las mazorcas, arquetipo, eficiencia fotosintética, sistema radicular y su capacidad de absorber agua y nutrientes que son la base del rendimiento, son las mismas entre maíces mejorados vía mendeliana que los maíces transgénicos. Luego entonces no existe esa superioridad publicitada de los maíces OGM.

Esto explica porque el rendimiento obtenido en campo es sensiblemente igual entre esos maíces comunes y los transgénicos cuando se siembran en condiciones semejantes de tecnologías, suelo, clima y manejo.

CONCLUSIONES

El oponerse a la siembra de maíz en México, no es cuestión de capricho, ni de estar en contra del avance de la ciencia y tecnología. Es más, el sembrar otros cultivos OGM como algodón, soya, cánola, etc., puede hacerse y de hecho se hace ya en nuestro país, porque no tenemos razas criollas de estos cultivos. Pero en maíz, que somos centro de origen y poseemos una gran diversidad de razas y ecotipos diseminadas por todo el país, particularmente en el centro y sureste del país. Diversidad que se pone en riesgo por su contaminación natural con polen transgénico, pero sobre todo por el polen que trae el gen “terminator” que hace estéril a la semilla y que por ahora lo tienen escondido.

Por otro lado, de permitir los transgénicos, llegará el día en que los genotipos disponibles serán relativamente pocos con alto riesgo que aparezcan plagas o enfermedades resistentes a los biocidas utilizados que acaben con las cosechas, como ya nos sucedió con el trigo en Sonora, con las trágicas consecuencias que ellos significaría.

Es más, este año, se descubrió en la Sepultura ubicada en la Sierra Madre de Chiapas, un ecotipo del teocintle, un antecesor del maíz actual, considerado en extinción y se creía que solo existía en la Sierra de Manantlán en Jalisco. Esto ilustra la gran riqueza y biodiversidad del maíz en nuestro país, que se pone en riesgo en aras de una superioridad de cultivos transgénicos, que en el caso del maíz, no existe, al menos en el rendimiento de los genotipos existentes. Y no estamos hablando de los daños a la salud, que han sido reportados en ratas, usadas para conocer sus posibles daños en los humanos.

El Dr. Antonio Turrent, un prestigiado investigador agrícola, ha sido contundente al denunciar que el uso de transgénicos no beneficia al gobierno mexicano, ni a la sociedad, tampoco a los productores y si daña a la biodiversidad del maíz. En cambio beneficia y en mucho, a las empresas dueña de estas semillas. La siembra de OGM es cuestión de negocios no de combate al hambre y la pobreza.

 

vazquez_gomezj@hotmail.com

 

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