lunes, 12 de noviembre de 2012


ARTÍCULO: EL TOMATE MEXICANO EN RIESGO
Jorge Vázquez Gómez


EL TOMATE DE MÉXICO Y SU COMERCIO

Desde hace décadas, el tomate es uno de los productos agroalimentarios que más se exportan hacia los Estados Unidos y es base importante como generador de divisas y contribuye al equilibrio en la balanza comercial con Estados Unidos. Es pues, un cultivo estratégico para la economía de México por ser gran generador de empleo rural y de comercio, porque genera comercio al consumir muchos insumos productivos, es muy rentable y usa tecnología de punta. Es de alto rendimiento y competitividad. Se da en las zonas productivas de riego del norte y centro del país. Además, por su menor costo de producción en relación al producto norteamericano, por su alta calidad del fruto y su inocuidad alimentaria ha incrementado su demanda en el país vecino.

EL TOMATE NORTEAMERICANO

Estados Unidos es un enorme mercado insuficiente en tomate, su nivel de importación es grande (un 50%), prácticamente uno de cada dos frutos frescos son de origen mexicano.

EUA tiene una gran limitación productiva que es el intenso frío invernal que impide su siembra todo el año. De hecho, todo el territorio de ese país tiene un invierno riguroso, incluso con nevadas que lo cubren de una capa de nieve toda esa temporada, con excepción de Florida, Luisiana y sur de Texas.

Y por otro lado, que el cultivo del tomate es altamente sensible al frío, tanto en la planta como en el fruto. Por lo tanto solo los estados del sur, principalmente Florida, pueden cultivar superficies limitadas de tomate y usando invernaderos que conserven el calor del día durante la noche (no confundir con el uso de malla sombra, que en Chiapas suelen llamarle, incorrectamente, invernadero).

Ante tal problema, dicho país se ve obligado a importar tomate exclusivamente de México porque es el único que produce este fruto todo el año. Canadá es más frío y los otros países están lejos y llega su producto más caro. Su única salida es México.

Para resolver esta insuficiencia de nuestro vecino, desde siempre abrió la importación todo el año del tomate en niveles restringidos, para proteger a sus productores de Florida y ello lo hizo imponiendo fechas y volúmenes de importación llamadas ventanas. Donde la más importante, por su mayor volumen de demanda es la ventana de invierno, cuando entra más fruto mexicano y los tomates de Florida tienen problemas de comercialización, porque además de producir volumen insuficiente, elevan mucho sus costos en la protección de su cultivo y ofertan un producto más caro que el mexicano.

Desde siempre que Estados Unidos importa tomate, puso severas restricciones a la importación, pero a partir del TLCAN (Tratado de Libre Comercio con México y Canadá) flexibilizó su postura, permitió la entrada todo el año en mayores volúmenes y esto molestó a los productores de Florida y otros estados que siempre se han opuesto a esto. Así, desde 1996, dos años después de entrado en vigor el TLCAN, Estados Unidos y México tuvieron un acuerdo permitiendo la entrada de tomate fijando un precio permanente. Ahora las autoridades del departamento de agricultura (USDA) y de comercio quieren poner fin al acuerdo suscrito hace 16 años. Una acción que por su puesto no aceptan los productores ni autoridades de nuestro país. 

LOS TOMATES MEXICANOS

Ante el gran consumo de Norteamérica, los productores del fruto mexicano buscan posicionarse en el mercado vecino. Para esto mejoraron su tecnología, productividad y calidad del producto y se volvieron altamente competitivos, ofertando cosechas inocuas y de gran calidad que tiene demanda en los consumidores norteamericanos, sobre todo porque venden más barato que su contraparte de aquel país. Esto, como es de esperar, va en detrimento de los productores vecinos y ello ha ocasionado una gran presión a las autoridades de Comercio y de Agricultura estadunidense, para bloquear la entrada masiva del fruto y han recurrido a varias acciones legales e ilegales.

Desde hace años acusaron al tomate mexicano de estar contaminado con salmonella que provocó problemas de salud a los consumidores de aquel país, acusación que fue falsa, pero en tanto se aclaraba, se restringió el ingreso del tomate por varios meses.

También recurrieron a quejas que el producto mexicano se vendía a precios dumping, es decir por debajo de sus costos de producción, denuncia que no prosperó, pero si afectó la exportación del fruto.

Ahora insisten en que se ponga un mayor precio al fruto para que llegue más caro y para ello necesitan cancelar el citado acuerdo, cosa que están haciendo las autoridades de EUA. Para evitar esto, los productores y funcionarios de SAGARPA de México están en negociación con su contraparte norteamericana para mantener dicho acuerdo. Pero hay serio temor que los agricultores de Florida ganen. La fecha crucial es el próximo 7 de noviembre.

LA PRODUCCIÓN DE TOMATE EN MÉXICO

En nuestro país se produce tomate todo el año en todo el país a cielo abierto con excepción de algunos estados que tienen heladas durante la ápoca fría que los obliga a usar invernaderos.

En general el tomate producido en las entidades del centro y norte que usan riego, alta tecnología y el sistema de agricultura para la exportación y sus excedentes va al mejor mercado nacional como la zona metropolitana de la ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, entre otros y es este tomate excedente que regula el precio nacional del producto.

Mientras el tomate producido en el resto del país a cielo abierto, con menos tecnología y calidad es consumido local o regionalmente. Sin embargo recientemente se está ampliando el uso de malla sombra que permite cosechar un producto de buena calidad que se envía a ciudad de México para el consumo de esos mercados periféricos al D. F. y esto está alentando una mayor producción, pero requiere de mayor inversión, capacitación y tecnología, lo que significa un tomate más caro que el cosechado a cielo abierto.

Como es de comprender, el precio nacional del tomate depende del precio fijado por los productores de exportación y este a su vez, es dependiente del precio y volumen enviado a los Estados Unidos.

Esto significa que cuando el precio interno de este país vecino es alto y la exportación también, entonces los excedentes enviados al consumo nacional disminuyen, lo que ocasiona que el precio nacional se eleve y a  los tomateros del sur-sureste del país les vaya bien. Caso contrario sucede cuando nuestro país vecino limita la entrada de tomate y ello provoca que mayores volúmenes del producto en estados exportadores, se dirijan al mercado nacional con menores precios obligando a bajar el precio en todo el país, incluso a dejar de vender el tomate de menor calidad. Es notorio que en estados como Sinaloa y Sonora, cuando hay excedentes de tomate, lo usan para alimentar el ganado de engorda en corral porque no le es rentable cosecharlo para su venta en fresco y prefieren dárselo a su ganado.

Cuando esto sucede, a los tomateros chiapanecos y otros estados, les va mal y hay muchas quiebras por la alta inversión y sobre todo por los créditos financiados.

DAÑOS ESPERADOS

México cosecha anualmente 2.2. millones de toneladas de tomate y de estas exporta 1.3 millones (59% del total), a los Estados Unidos, generando divisas por 1,800 millones de dólares, además de ofertar más de 350 mil empleos en su cultivo de gran importancia para nuestro país por su valor económico y la generación de empleo y la entrada de divisas.

Este tomate mexicano llega al mercado del país vecino, fresco y a un menor costo que el ofertado por los granjeros de este país. Actualmente el precio del tomate en el mercado norteamericano oscila en 2 dólares la libra (4.4 dólares el kilo equivalente a $57 pesos/kg).

Por otro lado, las autoridades y productores de México señalan que de cancelarse el acuerdo citado, además del daño a los tomateros mexicanos, también los consumidores de aquel país saldrán perjudicados porque el fruto alcanzará los cuatro dólares la libra, equivalente a 115 pesos el kilo.

Tal problema de imponer mayor precio a la exportación del tomate mexicano y con ello restringir la entrada a EUA, está en sus primeras fases, pero hay temor que este país mantenga su postura, cancelando el convenio vigente desde 1996. Ello obligará a nuestro país a recurrir al tribunal establecido dentro del TLCAN, incluso al correspondiente dentro de la Organización Mundial de Comercio. Hay esperanzas de ganar ¿y si no?. Pero estas negociaciones llevarán varios años, en tanto la incertidumbre de los tomateros se mantendrá y los precios del producto tenderán a la baja.

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