ARTÍCULO: QUE REQUIERE EL CAMPO DEL NUEVO
GOBIERNO
Jorge Vázquez Gómez
Cada seis años se renueva la esperanza
de elegir un mejor gobierno, federal y estatal. Desde el punto de visita del
agro, también cada seis años llega la amargura y frustración que las promesas
de mejoría en la producción y de los productores no se cumplió, muchas cosas
quedaron pendientes, si bien algunas acciones fueron positivas, éstas suelen
ser escasas y alejadas de la mayoría de los campesinos que más lo requieren.
COMO
ESTAMOS EN EL AGRO NACIONAL.
A nivel nacional es de amplio
conocimiento que no andamos bien en cuanto al sector agrícola, algunos aspectos
importantes se señalan luego. 1. De entrada, importamos más alimentos que lo
exportado, la balanza agropecuaria con Estados Unidos es deficitaria en
alrededor de tres mil millones de dólares anuales; 2. Nuestra dependencia
agroalimentaria con EUA de casi 45% y se pronostica que en dos o tres décadas
mas llegaremos al 80% de seguir con la misma actitud nociva que es preferible
importar que producir; 3. Bajo este enfoque, se está desestimulando la
producción interna de la agricultura de temporal que ocupa 16 millones de
hectáreas (75% del área agrícola) por la agricultura de riego que alcanza los 5
millones de hectáreas. 4. Mientras se estimula la producción de exportación
(hortalizas, frutales, principalmente) con la ilusión de traer dólares, lo cual
es correcto, pero lo incorrecto es que se está abandonando la producción de
cultivos básicos que son los que alimentan a la población nacional (maíz,
frijol, trigo, arroz, entre los principales). 5. Las autoridades centrales no
han querido entender que a nivel mundial los precios de los productos básicos
se están elevando provocando un mayor encarecimiento y escasez, lo que
dificulta cada vez más comprar alimentos aun teniendo los dólares en la mano.
6. El gran dolor de cabeza es el maíz, el cultivo mas desalentado en la
política agrícola nacional siendo el más importante alimento en todas las
familias mexicanas, del cual México es la cuna del grano, hoy importamos 10
millones de toneladas anuales (45% de lo que producimos) y pronto llegaron a 15
millones. 7. El año pasado a consecuencias de heladas tardías y la sequía, la
producción nacional de maíz se mermó sustancialmente que obligó a una mayor
importación del grano y ante la escasez mundial tuvieron que traer maíz
africano, de muy mala calidad, transgénico y con el riesgo de introducir una
terrible plaga , el gorgojo kapra que no hay en México. Pero esto les valió
sorbete con tal de que no hubiera desabasto del grano. 8. Existe el riesgo de
que eventos climatológicos inesperados y frecuentes pongan en peligro la
producción de este cultivo, las autoridades responsables se han vuelto a
equivocar por doble partida. Por un lado, han decidido recurrir a las semillas
transgénicas para incrementar supuestamente la producción del grano, por ser
éstas la mejor solución, lo que no es cierto. Por el otro, han despreciado el
trabajo de investigación de instituciones serias y capacitadas como el Colegio
de Posgraduados, INIFAP, incluyendo al CIMMYT y compañías comerciales que han
producido excelentes semillas no transgénicas con altos rendimientos capaces de
mejorar la producción sin el riesgo de contaminar a los granos criollos y
volverlos estériles, lo que condenará de por vida a los campesinos a comprar su
semilla para producir su maíz, como sucede con el transgénico. Nuestras
autoridades del sector han cerrado los ojos ante lo que todo el mundo conoce y se
previene, que este grano será el mas escaso y caro en el mercado mundial por su
creciente demanda como biocombustibles, además de otros usos industriales, lo
que presagia que no habrá suficiente grano para los países importadores como
México y 10. Como es de entender, el maíz y otros agroalimentos importados se
pagan con dólares producidos por el petróleo, pero se ha publicado ampliamente
el riesgo de disminuir la producción del combustóleo, de la posible quiebra
económica de Pemex por el alto costo y crecientes volúmenes de la gasolina, gas
y diesel importados lo que visualiza que no habrán dólares para importar los
alimentos extranjeros y que podemos producir nosotros.
QUE
ESPERAMOS DEL NUEVO PRESIDENTE.
Es evidente que el nuevo presidente de
la república tendrá un gran reto para atender el rezago y abandono en que las
autoridades actuales y pasadas han tenido al agro nacional: 1. De entrada, se
debe designar un secretario de agricultura que conozca del campo, apoyado por
un buen equipo, no como, los últimos que han sido de los peores en la historia
moderna encabezados por Javier Usabiaga y Alberto Cárdenas y sucesores. Un
secretario que entienda la situación de rezago agropecuario del país, sus
expectativas futuras y lo que debe hacerse para corregir tal situación de atraso.
2. Debe abandonarse la política perniciosa que es preferible importar que
producir y adoptar aquella que impulse la producción nacional, que permita
cosechar nuestros alimentos y materias primas así como disminuir la creciente
dependencia agroalimentaria del exterior ya que tenemos tierras, climas y
productores para elevar los rendimientos y cosechas, tanto de cultivos de
consumo interno como de exportación. 3. Recuperar el servicio de asistencia
técnica que fue cancelado y sustituido por otros que han demostrado ser ineficaces
y ello ha coadyuvado a que el campo no mejore. 4. Impulsar un agresivo rescate
al agro nacional fortaleciendo la investigación y la educación agrícola
superior junto con la asistencia técnica como base de esta gran estrategia. A
la par, crear y/o rescatar las instituciones prioritarias como la productora
nacional de semillas, agilidad de créditos a costos razonables, reordenar el
Procampo con compromisos de productividad y no como subsidio populista y
asistencialista; ampliar la infraestructura productiva en especial las áreas de
riego principalmente en el sur-sureste donde aun hay suficiente agua, entre
otras más acciones estratégicas. 5. Orientar la investigación y asistencia
técnica a generar y aplicar paquetes tecnológicos que produzcan a precios competitivos.
6. Eficientar el gasto publico aplicado al campo, entendiendo que hay
suficiente presupuesto ya que este año se asignaron 264 mil millones de pesos
al Programa Especial Concurrente (PEC) aplicados a las áreas rurales, de las
cuales le toca a SAGARPA 82 mil millones. Sin embargo de este dinero, el grueso
queda en la burocracia y líderes campesinos y solo llegan a los productores
migajas y mochados, además de retrasados sin mayor impacto en la producción.