jueves, 30 de agosto de 2012


ARTÍCULO: NO HAY MARCHA ATRÁS EN LA SIEMBRA DE TRANSGÉNICOS, DICE SAGARPA.
Jorge Vázquez Gómez


Recientemente el Secretario de Sagarpa, Francisco Mayorga Castañeda, afirmó que no hay posibilidad de dar marcha atrás en la siembra experimental de maíces transgénicos.

BREVE HISTORIA.

A finales del siglo pasado aparecieron los primeros cultivos transgénicos, como el tomate Flavor Savr y Endlers Summer, el maíz BT Star Link, la cánola innovator entre otros varios cultivos genéticamente modificados.

Algunos tuvieron éxito como el maíz, pero otros como el tomate y la cánola fracasaron en su siembra en campo, otros como la soya transgénica a partir de un gen de la nuez de la india provocó intoxicaciones a quienes lo consumieron. En otros cultivos como en la petunia del color rojo de los pétalos cambió y disminuyó su fertilidad y el salmón transgénico de rojo se tornó verde y debido a su rápido crecimiento se volvió depredador de las especies que constituyen su alimento y ello ocasionó la desaparición de otros peces que se alimentaban de lo mismo.

Los cultivos transgénicos emergieron, según la propaganda de sus dueños, como una opción necesaria para producir los alimentos del futuro. Para impulsar su cultivo, dichas trasnacionales utilizaron diferentes estrategias diciendo medias verdades y hasta alternando resultados, 1. Los presentaron como los cultivos salvadores del mundo, 2. Que producirán alimentos baratos, que además de ponerlos al alcance de todos, permitiría sacar de la pobreza a sus cultivadores, 3. Que podían producir en condiciones donde las especies tradicionales fracasaban, 4. Que producían alimentos de alta calidad alimentaria, 5. Que incrementarían notoriamente la producción al rendir más por hectárea, 6. Que se requerirá menos inversión ya que producen sus propias defensas contra plagas, algunos aspectos son ciertos, la mayoría no.

Sin embargo, jamás dijeron que tales plantas genéticamente modificadas traían riesgos aparejados: 1. La posibilidad de dañar al consumidor, 2. Que poseen el gen terminator, que hace estéril a la semilla y ello obliga a comprar a las empresas transnacionales dueños de la patente, la semilla fértil que se tenga que sembrar y esta dependencia será de por vida, 3. Que al sembrarse en el campo contaminarán a otros cultivos haciéndolos estériles y en el largo plazo dejarán de existir las variedades criollas que son la base del mejoramiento genético tradicional mendeliano. 4. Que el costo de la semilla es caro, fuera del alcance de los pequeños productores y lo es más porque venden el paquete completo (semilla, agroquímicos y tecnología) 5. Los transgénicos tienen dueño y que quien los siembre sin pagar el costo de la patente, es un delincuente y puede ir a la cárcel, 6. Que conlleva el riesgo de que los genes modificados produzcan, a la larga,  reacciones y enfermedades no conocidas en los consumidores. 7. Que las transnacionales son capaces de mentir y falsificar sus resultados con tal que compren y siembren su semilla como se dio en Europa lo que motivó la prohibición de su cultivo, 8. Que no son éticos en su trato con tal de hacer negocios. 9. Que los que buscan es adueñarse del mercado mundial más que resolver el problema de la alimentación y la pobreza como dice su propaganda.

MÉXICO EN LA MIRA.

Los transnacionales dueños de los cultivos genéticamente modificados están conscientes que nuestro país es un gran mercado para hacer negocios. Esta condición se debe a lo siguiente: 1. Tiene una población de 108 millones de habitantes y para el 2040 seremos 130 millones, 2. Es un gran consumidor de alimentos donde sobresale el maíz, 3. Es deficitario en muchos cultivos básicos que lo obliga a importar el 45% de sus alimentos que consume, sobresalen 10 millones de toneladas de maíz, 3 millones de trigo, 6 millones de soya, solo por señalar algunos. 4. El mercado potencial de maíz llega ahora a 33 millones de toneladas y llegará en el 2030 a 40 millones (sin contar su uso en etanol), a esto se suman el trigo, soya, arroz, 5. México es altamente dependiente en la agro exportación de hortalizas y legumbres cuyos cultivos son parte de la estrategia de mejoramiento transgénico, 6. También nuestro país depende de la exportación del petróleo para generar los dólares para comprar sus alimentos en el extranjero y este combusteolo se agota y no habrán dólares para importarlo, 7. La política agrícola oficial ha decidido que es preferible importar que producir y ello ha desestimulado la producción nacional de cultivos en general incluyendo a los estratégicos, 8. Conceptos fundamentales como autosuficiencia y soberanía alimentaria y mantener reservas estratégicas de alimentos, han perdido importancia y poco les preocupa a los funcionarios en turno.

PRESIONES A MÉXICO PARA SEMBRAR TRANSGÉNICOS.

Siendo nuestro país un mercado grande y apetitoso, las transnacionales dueñas de los transgénicos han utilizado diversos medios para presionar a las autoridades que permitan su cultivo en México. Estos medios aplicados son: 1. Acorralar a funcionarios de SAGARPA, SEMARNAT y académicos para autorizarlos, señalando que sin estos cultivos genéticamente modificados nuestro país jamás saldrá del subdesarrollo y de la insuficiencia alimentaria, en otras palabras estos cultivos son la única solución, 2. Resaltar sus ventajas y éxitos en otros países, trayendo agricultores que según ellos los transgénicos son la maravilla del mundo, son inocuos y rentables como ha sucedido con productores de Honduras, 3. Han dejado que estos maíces crucen ilegalmente la frontera de EUA y también ilegalmente se hayan cultivado en Chihuahua y Oaxaca aprovechando la porosidad de dicha frontera, 4. Han realizado una amplia propaganda nacional acusando a las autoridades, primero de no permitir su siembra experimental en el norte del país, una vez logrado esto, ahora insisten en que se autorice la siguiente fase que es la siembra piloto en tierras abiertas al cultivo, también en los estados del norte, alegando los excelentes resultados obtenidos en la fase experimental, 5. Han recurrido también, usando a los productores maiceros de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y el Bajío, para que presionen argumentando que están perdiendo dinero, mercados y competitividad en relación con su contraparte de otros países que ya siembran transgénicos, 6. Resaltan que los nuevos cultivos además de resistentes a plagas serán también resistentes a sequía, suelos ácidos, suelos poco fértiles y mejores calidades alimenticias, 7. Alegan también que sin transgénicos México no entrará en forma importante y competitiva en la producción de biocombustibles (etanol con maíz y sorgo y biodiesel con soya, cánola y otras oleaginosas) para su consumo interno y la exportación.

Para esto utilizan a Agrobio México, filial de Mosanto, la principal productora y dueña de los transgénicos, que continuamente lanza señalamientos por la tardanza de los procesos que la ley de Bioseguridad tiene establecidos y ello retrasa su siembra comercialmente en todo el país, quien inclusive ha amenazado que si no se autorizan, esta empresa dejará de invertir millones de dólares en México por no permitir su cultivo.

MÉXICO DOBLA LAS MANOS.

Ante tales presiones y ante la falta de eficacia de los programas oficiales de impulsar la producción de alimentos en el país, en octubre de 2009 se autorizó la siembra experimental de maíz transgénico en Sonora y Sinaloa bajo condiciones controladas, lográndose resultados favorables algo que ya se esperaba, ahora piden su siembra en pruebas piloto en tierras comerciales, que las autoridades todavía no autorizan.

Ante el avasallamiento de las empresas por sembrar abiertamente cultivos transgénicos en México, particularmente maíz; solo los investigadores y académicos de la agricultura y la ecología han elevado sus voces para evitar tal autorización a sabiendas del riesgo que esto significa, no solo en su posible riesgo en la salud de los consumidores y de la fauna nativa sino también en el daño que ocasionará en la desaparición de las semillas nativas que en nuestro país abundan y en la dependencia que los campesinos tendrán al comprar ciclo tras ciclo, año tras año de la semilla transgénica y su tecnología para producir su comida.

A estas empresas en nada les preocupa que desaparezcan el maíz zapalote para totopo, para pozole, el azul para clacoyos, el reventón para las palomitas, el rojo para neutriceúticos entre otros.

Los altos rendimientos de maíces mejorados en forma tradicional (27 t/Ha) obtenidos en Iowa, EUA, demuestran que no son indispensables los transgénicos. Recientemente investigadores del Poli (IPN) y del INIFAP dieron a conocer un maíz resistente a sequía logrado vía mejoramiento genético mendeliano, que además presenta buenos rendimientos, 8t/Ha en promedio.



 

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