miércoles, 22 de agosto de 2012


ARTÍCULO: RIESGO DE UNA NUEVA CRISIS ALIMENTARIA
Jorge Vázquez Gómez
 

(publicado el 6 de agosto de 2012 en " Foro Agropecuario", Diario de Chiapas)
La extendida y severa sequía que azota el 60% de la superficie agrícola de la franja granelera de Estados Unidos, donde se cultiva principalmente maíz, trigo y soya, está poniendo en gran crisis la cosecha de estos granos, particularmente de maíz por ser el cultivo más extendido. Lo que presagia escasez y encarecimiento del grano dentro y fuera de ese país, ya que EUA disminuirá sus volúmenes exportados, este fin de año y el 2013.

Las predicciones sobre el maíz indican que de 280 millones de toneladas que anualmente se cosechan en EUA, se estima hasta ahora, si se regularizan las lluvias, solo se levantarán alrededor de 200 millones y de persistir la sequía la reducción será mucho mayor y ello afectará severamente la disponibilidad del grano, impulsando que su precio se eleve alrededor del 25% en promedio, pudiendo alcanzar mayores costos. Si bien no hay que olvidar que los productores gringos son negociantes y suelen inflar las pérdidas con tal de lograr mayores precios en sus ventas a futuros.

Esta reducción de la cosecha de maíz, pronostica ya para Estados Unidos y el mundo, mayor encarecimiento en la carne, leche, huevo, además de otros alimentos derivaos del maíz, (aceites, biogasolinas como el etanol, frituras, ente otros), donde el maíz es la base para formular tales alimentos y derivados.

CONSECUENCIAS PARA MÉXICO

Recordando que Estados Unidos es el mayor productor y exportador de maíz en el mundo, es obvio entender que lo que le suceda en materia de producción y exportación del grano tendrá severas consecuencias en el mercado mundial donde también ya se especula escasez y encarecimiento de la gramínea para los países importadores como México que se surten del comercio internacional para satisfacer sus demandas internas de maíz, trigo y soya.

Para nuestro país, que importamos una media de 10 millones de toneladas anuales de maíz y que debido a problemas climatológicos (heladas y sequías) que nos afectaron las cosechas, principalmente de maíz, nos obligó a traer 12 millones del grano desde Estados Unidos y un maíz incomible desde África, para completar nuestro abasto interno. Somos pues un país netamente importador de éste grano, a pesar de ser la cuna de la gramínea. Y por ello las reducciones de cosechas mundiales en trigo, maíz y soya nos impactan mucho en la economía nacional y en la disponibilidad de alimentos para nuestro consumo interno.

Por lo pronto, algunos diputados federales, han alertado un peligro latente de una nueva crisis alimentaria en México. Una crisis igual o mayor a la que sucedió en 2008 que elevó los precios de varios alimentos como tortilla, leche, huevo, carnes, pan, entre las principales. Una crisis alimentaria que para algunos apenas terminó y para otros aun no hemos salido de ella. Esta crisis se agravó en 2010 por los daños de heladas y 2011 por la severa sequía en estados del centro y norte del país. Ahora agudizada por la sequía de Estados Unidos, nuevamente se presagia mayor costo de los alimentos que usan el maíz como materia prima en su elaboración. Así, la tortilla, leche, huevo, carnes, aceites, quesos, entre otros tendrán mayores precios. Por ejemplo, la tortilla de 10 pesos que costaba en Chiapas en 2007, se elevó a 12 pesos por la crisis de 2008 y ahora se estima alcanzará entre 13 y 14 pesos si la sequía de Estados Unidos no se agrava más. Esto sin considerar el abuso que suelen cometer los tortilleros al dar kilos de 950 y hasta 900 gramos.

Nuestro país tendrá que pagar mas por el maíz importado y también por el trigo y la soya afectada por la sequía en Estados Unidos. Pero el problema no es solo gastar más dólares por la importación, ahora la dificultad es que exista suficiente maíz en el mercado mundial para comprarlo. Porque si la escasez se acentúa meterá en graves problemas a las autoridades del sector por las amenazas de un desabasto del alimento más popular  en México, la tortilla y la masa, ya que el día que faltara en la mesa de las familias, se generaría gran inestabilidad agrosocial y serios reclamos al gobierno.

¿Y CHIAPAS?

Según los datos del INEGI (2011), en Chiapas se producen 1 millón 371 mil toneladas anuales, si bien las autoridades locales anuncian 1 millón 600 mil toneladas. Pero también reconocen, la importación de 200 mil toneladas para completar la demanda de la avicultura y porcicultura estatal, pero según los empresarios agropecuarios el volumen se eleva al doble.

Sea cual sea la cifra, indica claramente que hemos perdido la autosuficiencia en maíz y obviamente no contribuimos en nada al consumo nacional, como décadas atrás lo hacíamos al enviar entre 800,000 y 1,200,000 toneladas del grano para coadyuvar en la soberanía alimentaria del país. Chiapas hoy no pinta en el abasto nacional tal como lo reconocen las propias autoridades del sector. Algo que habla bien de los funcionarios al reconocer la realidad en vez de estar dando cifras alegres y falsas como se dio en el pasado.

LAS CAUSALES DE LA CRISIS DEL MAÍZ

La principal causa de las magras cosechas de este grano en nuestro país, ya comentado en otras entregas, se debe a una errática y equivocada política agrícola en general, particularmente en maíz, donde sobresale la postura negativa de los funcionarios federales, que es mejor importar que producir. El abandono del cultivo, la llegada de recursos mochados y retrasados que en poco o nada mejoraran el rendimiento; la falta de una asistencia técnica efectiva; las dificultades para cumplir las reglas de operación, entre otras, ha ocasionado que en México se haya reducido la superficie cultivada, el rendimiento y la merma de las ganancias de los productores, por sus mayores costos de producción, más caro que el grano importado ahora transgénico, que no los hace competitivos ante el maíz extranjero particularmente de Estados Unidos, nuestro principal abastecedor.

También hay que reconocer que eventos climatológicos como sequías y heladas severas y extendidas han provocado pérdidas de cosechas, si bien estos sucesos son ocasionales todavía.

QUE PROCEDE

Es evidente que el gobierno debe mejorar su política agrícola en general y particularmente en maíz, el cultivo estratégico más importante, pero a su vez, el mas despreciado en su apoyo.

México puede y debe mejorar los estímulos a la producción del grano, hay productores, tierras, climas y tecnologías suficientes para elevar el rendimiento y la superficie cultivada. El promedio nacional de maíz es 2.5 t/ha (y en Chiapas es de 2.7 t/ha), cifras que indican la gran posibilidad de mejorarlo si se hacen ahora las cosas bien, oportunas y con suficiencia.

De lo contrario se está condenando al país a una mayor dependencia agroalimentaria, a gastar millones de dólares en alimentos que podemos producir y sobre todo en poner en riesgo la seguridad alimentaria de todos los mexicanos, particularmente de las familias populares que basan su comida en el consumo de tortillas y gastan el 65% de su ingreso en alimentos que se presagia serán mas caros. Y esto provocará que más familias caigan en mayor pobreza, anulando el trabajo del gobierno por mejorar su rezago social.

 

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