ARTÍCULO: RIESGO DE UNA NUEVA
CRISIS ALIMENTARIA
Jorge Vázquez Gómez
(publicado el 6 de agosto de 2012 en " Foro Agropecuario", Diario de Chiapas)
La extendida y severa sequía que azota el 60% de la superficie agrícola de la franja granelera de Estados Unidos, donde se cultiva principalmente maíz, trigo y soya, está poniendo en gran crisis la cosecha de estos granos, particularmente de maíz por ser el cultivo más extendido. Lo que presagia escasez y encarecimiento del grano dentro y fuera de ese país, ya que EUA disminuirá sus volúmenes exportados, este fin de año y el 2013.
Las
predicciones sobre el maíz indican que de 280 millones de toneladas que
anualmente se cosechan en EUA, se estima hasta ahora, si se regularizan las
lluvias, solo se levantarán alrededor de 200 millones y de persistir la sequía
la reducción será mucho mayor y ello afectará severamente la disponibilidad del
grano, impulsando que su precio se eleve alrededor del 25% en promedio,
pudiendo alcanzar mayores costos. Si bien no hay que olvidar que los
productores gringos son negociantes y suelen inflar las pérdidas con tal de
lograr mayores precios en sus ventas a futuros.
Esta
reducción de la cosecha de maíz, pronostica ya para Estados Unidos y el mundo,
mayor encarecimiento en la carne, leche, huevo, además de otros alimentos
derivaos del maíz, (aceites, biogasolinas como el etanol, frituras, ente
otros), donde el maíz es la base para formular tales alimentos y derivados.
CONSECUENCIAS PARA MÉXICO
Recordando
que Estados Unidos es el mayor productor y exportador de maíz en el mundo, es
obvio entender que lo que le suceda en materia de producción y exportación del
grano tendrá severas consecuencias en el mercado mundial donde también ya se
especula escasez y encarecimiento de la gramínea para los países importadores
como México que se surten del comercio internacional para satisfacer sus
demandas internas de maíz, trigo y soya.
Para
nuestro país, que importamos una media de 10 millones de toneladas anuales de
maíz y que debido a problemas climatológicos (heladas y sequías) que nos
afectaron las cosechas, principalmente de maíz, nos obligó a traer 12 millones
del grano desde Estados Unidos y un maíz incomible desde África, para completar
nuestro abasto interno. Somos pues un país netamente importador de éste grano,
a pesar de ser la cuna de la gramínea. Y por ello las reducciones de cosechas
mundiales en trigo, maíz y soya nos impactan mucho en la economía nacional y en
la disponibilidad de alimentos para nuestro consumo interno.
Por
lo pronto, algunos diputados federales, han alertado un peligro latente de una
nueva crisis alimentaria en México. Una crisis igual o mayor a la que sucedió
en 2008 que elevó los precios de varios alimentos como tortilla, leche, huevo,
carnes, pan, entre las principales. Una crisis alimentaria que para algunos
apenas terminó y para otros aun no hemos salido de ella. Esta crisis se agravó
en 2010 por los daños de heladas y 2011 por la severa sequía en estados del
centro y norte del país. Ahora agudizada por la sequía de Estados Unidos, nuevamente
se presagia mayor costo de los alimentos que usan el maíz como materia prima en
su elaboración. Así, la tortilla, leche, huevo, carnes, aceites, quesos, entre
otros tendrán mayores precios. Por ejemplo, la tortilla de 10 pesos que costaba
en Chiapas en 2007, se elevó a 12 pesos por la crisis de 2008 y ahora se estima
alcanzará entre 13 y 14 pesos si la sequía de Estados Unidos no se agrava más.
Esto sin considerar el abuso que suelen cometer los tortilleros al dar kilos de
950 y hasta 900 gramos.
Nuestro
país tendrá que pagar mas por el maíz importado y también por el trigo y la
soya afectada por la sequía en Estados Unidos. Pero el problema no es solo
gastar más dólares por la importación, ahora la dificultad es que exista
suficiente maíz en el mercado mundial para comprarlo. Porque si la escasez se acentúa
meterá en graves problemas a las autoridades del sector por las amenazas de un desabasto
del alimento más popular en México, la
tortilla y la masa, ya que el día que faltara en la mesa de las familias, se
generaría gran inestabilidad agrosocial y serios reclamos al gobierno.
¿Y CHIAPAS?
Según
los datos del INEGI (2011), en Chiapas se producen 1 millón 371 mil toneladas
anuales, si bien las autoridades locales anuncian 1 millón 600 mil toneladas.
Pero también reconocen, la importación de 200 mil toneladas para completar la
demanda de la avicultura y porcicultura estatal, pero según los empresarios
agropecuarios el volumen se eleva al doble.
Sea
cual sea la cifra, indica claramente que hemos perdido la autosuficiencia en
maíz y obviamente no contribuimos en nada al consumo nacional, como décadas
atrás lo hacíamos al enviar entre 800,000 y 1,200,000 toneladas del grano para
coadyuvar en la soberanía alimentaria del país. Chiapas hoy no pinta en el
abasto nacional tal como lo reconocen las propias autoridades del sector. Algo
que habla bien de los funcionarios al reconocer la realidad en vez de estar
dando cifras alegres y falsas como se dio en el pasado.
LAS CAUSALES DE LA CRISIS DEL MAÍZ
La
principal causa de las magras cosechas de este grano en nuestro país, ya
comentado en otras entregas, se debe a una errática y equivocada política agrícola
en general, particularmente en maíz, donde sobresale la postura negativa de los
funcionarios federales, que es mejor importar que producir. El abandono del
cultivo, la llegada de recursos mochados y retrasados que en poco o nada
mejoraran el rendimiento; la falta de una asistencia técnica efectiva; las
dificultades para cumplir las reglas de operación, entre otras, ha ocasionado
que en México se haya reducido la superficie cultivada, el rendimiento y la
merma de las ganancias de los productores, por sus mayores costos de
producción, más caro que el grano importado ahora transgénico, que no los hace
competitivos ante el maíz extranjero particularmente de Estados Unidos, nuestro
principal abastecedor.
También
hay que reconocer que eventos climatológicos como sequías y heladas severas y
extendidas han provocado pérdidas de cosechas, si bien estos sucesos son
ocasionales todavía.
QUE PROCEDE
Es
evidente que el gobierno debe mejorar su política agrícola en general y
particularmente en maíz, el cultivo estratégico más importante, pero a su vez,
el mas despreciado en su apoyo.
México
puede y debe mejorar los estímulos a la producción del grano, hay productores,
tierras, climas y tecnologías suficientes para elevar el rendimiento y la
superficie cultivada. El promedio nacional de maíz es 2.5 t/ha (y en Chiapas es
de 2.7 t/ha), cifras que indican la gran posibilidad de mejorarlo si se hacen
ahora las cosas bien, oportunas y con suficiencia.
De lo
contrario se está condenando al país a una mayor dependencia agroalimentaria, a
gastar millones de dólares en alimentos que podemos producir y sobre todo en poner
en riesgo la seguridad alimentaria de todos los mexicanos, particularmente de
las familias populares que basan su comida en el consumo de tortillas y gastan el
65% de su ingreso en alimentos que se presagia serán mas caros. Y esto
provocará que más familias caigan en mayor pobreza, anulando el trabajo del
gobierno por mejorar su rezago social.
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